LONDRES, Inglaterra, sep. 17, 2012.- Las separan 15 años, pero poco parece haber cambiado; al menos en el número de cámaras grabándolas o fotografiándolas: la princesa Diana y Kate Middleton, la ahora esposa del heredero al trono británico.
Ahora, con el escándalo de diferentes publicaciones imprimiendo las ahora famosas fotos en topless de mientras disfrutaba de un fin de semana privado con su marido en Francia. La pregunta de muchos es: ¿puede la duquesa exigir o esperar al menos que se respete su privacidad?
La respuesta parece ser sí, al menos que en Reino Unido, donde la tragedia de Diana parece haber enseñado fuertes lecciones.
El problema es en otros países donde Kate es vista simplemente como una estrella del espectáculo y por ello, dicen, todo se vale.
La revista italiana Chi ya hizo lo propio con las fotos.
Mientras que el Palacio de Buckingham ya ha comenzado su ofensiva, tratando de que haya cargos criminales contra el fotógrafo que ha provocado toda esta tormenta.
Pero mientras se busca el apoyo de las cortes francesas. ¿Qué pasa en Reino Unido? ¿Por qué los editores han escogido no imprimir las fotos?
"Es un tanto hipócrita el decir que se ha aprendido una lección al decidir no imprimir esas fotos y que ahora sabemos respetar la privacidad de la duquesa. Ésta es una decisión que debería ser tomada de todas formas. Ésa debería ser la regla, no el ejemplo", señala Caroline Jan, abogada especializada en medios.
Por su parte, Mark Stephens, experto en medios británicos dice:
"Todos los editores británicos parecen aceptar que Kate tiene derecho a su privacidad, pero la razón - al menos en parte- por la que no han comprado esas fotos, es porque temen la reacción de sus lectores, y que sean ellos quienes les castiguen".
Será interesante ver lo que sucede a partir de ahora. Al menos en estos días, las sonrisas parecen un tanto forzadas, cuando todos saben que hay mucho resentimiento tras bambalinas.
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