Las mujeres del Ejército

Cien mujeres soldado patrullan las 24 horas del día la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, esta es su historia

REYNOSA, México, ago. 24, 2012.- Loida y su hermana Noemí forman parte del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar que realiza operativos de seguridad, las 24 horas del día, en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas.

"Dar seguridad y aplicar el mando de policía y buen gobierno, de hecho fungir como policías municipales, por el momento y ahorita es Seguridad Tamaulipas", manifestó Loida.

Ellas con su tropa recorren calles y colonias de esta ciudad fronteriza que se disputan los cárteles de la droga por el control del territorio. En 22 municipios de Tamaulipas se encuentran desplegadas cien mujeres militares que participan en operativos de seguridad.

Loida y Noemí son originarias de Tabasco. Provienen de una numerosa familia, Loida tiene 21 años de edad. Antes de ingresar al Ejército trabajó en una pizzería para financiar sus estudios de bachillerato y hace tres años ingresó a las filas del Ejército.

"Me siento orgullosa de estar aquí, sé que mi papá me apoya mucho a pesar de que me dijo no te vayas porque yo fui la primera en decidir esto, seguir este camino, esto lo hago por mi familia, porque quiero que estén bien, no quiero que vivan con miedo".

Noemi tiene 23 años, es casada y tiene un hijo de nueve meses de edad.

"Antes de entrar aquí, antes que saliera de la prepa presenté examen en la escuela de enfermeras pero no quedé, luego mi papá sufrió un accidente, tenía la opción de ayudar a mi papá o seguir estudiando pero si estudiaba no podía seguir solventando los gastos, entonces empecé a trabajar".

Desde junio del año pasado, el Ejército Mexicano tomó el control de la seguridad en Tamaulipas, las autoridades del estado desaparecieron las corporaciones de policía en los 43 municipios de la entidad por su vínculo con el crimen organizado.

Jesyca, quien procede del estado de Hidalgo, se encuentra a cargo de la ametralladora del convoy de seguridad que patrulla en el municipio de Camargo.

"Tenía el gusto, tenía la noción de querer ser soldado, sin embargo no se había presentado esta oportunidad, que hace tres años se abrió, entonces fue un momento que hubo la oportunidad y dije de ahí soy".

Trabajaba como auxiliar contable en un despacho jurídico en Hidalgo. Tiene estudios  de técnico Superior Universitario. Su carrera dentro del Ejército ha sido ascendente: De ser soldado raso ahora es cabo.

"Uno como contador se encierra en una computadora y en el Ejército vas conociendo varias cosas, vas aprendiendo a agarrar un arma, no se ha que te traigan movido de cierta forma".

Al igual que Jesyca, Yadira cambió los números por las armas, ella proviene del Estado de México y tiene una carrera técnica en programación.

"Yo trabajaba, soy analista de inventarios, estaba en una empresa como auxiliar administrativo, tengo 24 años y tenía cinco años trabajando ahí, desde los 18 años. Allá lo hacía porque lo tenía que hacer porque tenía que sustentarme y sustentar a mi familia por decirlo así y aquí estoy cumpliendo un sueño y aparte de ese sueño estoy sobreviviendo".

Yadira tiene seis meses en la Policía Militar y 45 días de haber llegado a Tamaulipas.

"Este trabajo es un trabajo muy digno nosotros le inspiramos confianza a las personas y hasta cierto punto las personas sienten admiración por nosotros, confían en nosotros, saben que nosotros venimos ayudarlos y es por lo que estamos aquí para tratar con la delincuencia".

Los soldados que integran la Policía Militar, capacitada en el manejo de armas de alto poder y en la lucha contra el narcotráfico, perciben un sueldo de 9 mil pesos mensuales.

"Yo desde que vine aquí ya sabía a lo que venía, yo no vine con engaños, yo sabía la situación que estaba este estado y para mi cada día que me levanto es gracias a dios otro día más y a lo que pase en el día, lo que pase".

Y aquí, dicen, se aplica la equidad de género.

"Somos iguales, en cierta forma lo único que nos diferencia es que uno es mujer y ellos son hombres pero creo que podemos realizar las mismas actividades que ellos. Quizás no tenemos la misma fuerza pero en cierta forma se dice que querer es poder", afirmó Jesyca.

"Orgullo de llevar la camiseta verde, con mucho orgullo de tenerla puesta, decir yo soy soldado, yo soy militar", concluyó Loida.