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MADRID, España, Ago. 20, 2012.- Primero fue La Monumental de Barcelona, al noreste español. La más emblemática plaza de toros de la capital catalana, propiedad de la familia Balañá aunque explotada por la Casa Matilla, echaba el cierre definitivamente en septiembre del pasado año.
El último cartel de los seis toros que salieron para despedir el ruedo catalán, estaba capitaneado por José Tomás. Junto al maestro de Galapagar toreó Morante de la Puebla, José María Manzanares, El Juli, Juan Mora y el catalán Serafín Marín.
Se ponía fin así a casi 100 años de historia de una plaza que se inauguró el 12 de abril de 1914 conocida como la "Monumental" desde que se amplió el año de 1916.
Ahora le toca el turno a San Sebastián, en el País Vasco. El alcalde de esta ciudad, Juan Karlos Izaguirre, perteneciente a Bildu, partido que surgió cuando los tribunales fallaron en contra de Herri Batasuna, por considerarlo el brazo político de la banda terrorista ETA, ha afirmado que no renovará el convenio para seguir celebrando las corridas de toros en la capital donostiarra.
El equipo de Gobierno de este Ayuntamiento, quien se muestra partidario del discurso antitaurino, según el cual el sufrimiento animal no debe convertirse en espectáculo público, ha confirmado que no contempla en absoluto alcanzar ningún nuevo acuerdo con ninguna empresa taurina para que durante la Semana Grande (la fiesta local más popular de la ciudad) del próximo año se celebren corridas de toros.
El resto de las fuerzas políticas que componen el Parlamento del Consistorio de San Sebastián, ya ha mostrado su desacuerdo con la decisión. Pero el Alcalde de la ciudad asegura que seguir o no celebrando los festejos taurinos solo se basará en un balance económico.
Además agregó que, como corroboran los datos y la recaudación de la venta de entradas registradas durante la feria taurina de este año, la instalación y la Plaza de toros no se puede financiar.
Desde el punto de vista económico, ha añadido, "una infraestructura como la de Illumbe (así se llama la Plaza de toros de San Sebastián) no se puede mantener a costa del erario público para realizar siete corridas de toros al año", agregó el jefe del Consistorio.
Una decisión que de mantenerse traerá como ya pasó en Barcelona, la desaparición de otro Coso taurino en el país que curiosamente, lleva la piel de toro.
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