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BRUSELAS, Bélgica, abr. 25, 2012.- El Parlamento Europeo propuso hoy la creación de un pasaporte para mujeres que se han sometido a implantes de senos, así como la realización frecuente de inspecciones sorpresa a los fabricantes de estas prótesis, entre otras medidas de control, para evitar casos como el de la empresa francesa PIP.
En una resolución aprobada hoy en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, los eurodiputados propusieron un conjunto de medidas para reforzar el control y el seguimiento de los productos sanitarios, y en especial para los implantes de senos.
El Parlamento pidió la introducción "inmediata" de medidas para reforzar los controles de productos sanitarios ya comercializados, inspecciones sorpresa con frecuencia en toda la cadena de producción, así como reforzar los criterios de autorización para ese tipo de productos.
Otra medida destacada es la creación de un "pasaporte" o documento informativo para las receptoras de implantes mamarios, en el que se especifiquen las características especiales de la prótesis, sus posibles efectos secundarios y potenciales riesgos para la salud, además de las medidas de seguimiento postoperatorias a las que deben someterse las receptoras.
Este "pasaporte" deberá estar firmado por el cirujano y por la paciente, y también servirá como formulario de consentimiento para la intervención.
El Parlamento Europeo también recomendó la creación de registros nacionales obligatorios de implantes mamarios.
Para reforzar la vigilancia del mercado y de los posibles efectos secundarios de los productos sanitarios en general, sugiere implicar más a las pacientes y profesionales médicos, a través de un procedimiento centralizado para reunir y tramitar información.
En el área jurídica, se sugiere la creación de un "sistema de recurso colectivo" destinado a facilitar que los consumidores y pacientes puedan obtener compensaciones en casos de fraudes o perjuicios que afecten a un número significativo de personas.
Por último, el organismo destacó la necesidad de sensibilizar a la opinión pública sobre los riesgos potenciales de los implantes mamarios de gel de silicona, e informar mejor sobre la necesidad de sustituir dichas prótesis una vez transcurrido un período de tiempo que varía de una persona a otra.
Con estas medidas se pretende impedir que en la Unión Europea se repitan situaciones como la reciente distribución de prótesis defectuosas como las de la empresa francesa PIP, un caso que afectó a miles de mujeres europeas, la mayoría de ellas en España, Holanda, Bélgica y Francia.
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