Nuevos lugares para ligar en el DF

Por INAH | Fuente: Cortesía | 2012-03-25

La investigadora del INAH, Patricia López Sánchez, presentó un estudio en el que afirma que los lugares de encuentro para ligar cambiaron en el Distrito Federal

CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 25, 2012.- La Alameda Central, el Bosque de Chapultepec y Paseo de la Reforma fueron durante el siglo pasado los lugares predilectos de la población de la Ciudad de México para conseguir pareja; hoy este comportamiento se ha trasladado a los centros comerciales, donde los jóvenes se reúnen para ligar.

Si bien los lugares de encuentro han cambiado con el tiempo, en lo que se refiere a tácticas, México sigue siendo tradicionalista, pues se prefiere una plática o "hacer ojitos", mientras que en países europeos las prácticas suelen ser más aventadas.

Lo anterior es conclusión de la investigadora Patricia López Sánchez Cervantes, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien a partir de una observación antropológica realizada en México y varios países europeos, nos da cuenta del comportamiento para ligar pareja:

"Los diferentes sitios de reunión han ido cambiando a través de la historia: el Bosque de Chapultepec, Paseo de la Reforma, la Zona Rosa y la Colonia Roma se han ido transformando por cambios tanto en el paisaje urbano como antropológico, al tiempo que han sido testigos de la evolución de los usos y costumbres al momento de conseguir pareja."

En sus pesquisas antropológicas López Sánchez advierte que la Alameda Central sigue siendo un sitio de ligue, solo que a principios del siglo XX se le daba vueltas al quiosco, las mujeres en un sentido y los hombres en otro, y de alguna manera esa costumbre ha pasado a los centros comerciales, donde los chicos dan vueltas para encontrarse entre almacenes y escaparates.

"Cuando Chapultepec se convierte en parque público a principios del siglo XX, comienza a ser punto de reunión con el atractivo de remar en el lago, era un paseo obligado de los domingos; al principio las mujeres tenían que ir acompañadas, igual que a la Alameda, ambos eran para la alta sociedad y eso también ha ido cambiando.

"Actualmente es común ir a un café en las primeras citas, sin embargo, cuando la cafeína llegó de Europa a la Nueva España era exclusiva para hombres y se tomaba para acompañar pláticas políticas en salones de café. Además tenía fama de ser desinhibidor, quitar el sueño y fomentar la capacidad mental, en algunos lugares lo prohibieron."

La investigadora considera que la actual dinámica y las situaciones de ligue, noviazgo y matrimonio en la Ciudad de México son resultado de procesos históricos que vivieron el mayor cambio a partir de la Independencia, con el nuevo rol de la mujer como persona jurídica, cuando paulatinamente dejó de depender del hombre y se volvió independiente.

Sin embargo asegura que hoy en México, respecto a países europeos, las tácticas de ligue son más tradicionales y no tan aventadas, pues la mayoría platica o hace ojitos. También influye el rango de edad, los jóvenes de entre 18 y 28 años siguen ligando en los antros y en la escuela.

Mientras Patricia realizaba su doctorado en Europa sobre arte mexicano en colecciones extranjeras, aprovechó sus horas libres para hacer observaciones de campo y realizar entrevistas informales, así pudo percatarse de los diferentes usos y costumbres que se tienen al momento de buscar pareja en Italia, Francia, España e Inglaterra y las comparó con México.

De ahí advierte que en España, en el área de Andalucía, "existe un tipo de hombre al que se le llama churras, que tiene la costumbre de invitar a cenar a la chava que le gusta y si ella acepta que él pague la cena está accediendo a tener una relación sexual.

"En el caso de Inglaterra "casi no se habla, un chico se pone enfrente de ti y comienza a bailar, si no te quitas y bailas con él, estás aceptando tener una relación sexual.

"En Francia los roles han cambiado, los hombres ya no son los que ligan, son las mujeres quienes dan el primer paso: ellos dicen que para qué se molestan, si al final de cuentas la mujer tiene la última palabra.

"En cambio los franceses usan mucho el lenguaje, tienen una manera muy extraña para hacer piropos, en el momento en que te dan a entender que algo les gustó, quiere decir que les gustaste o intentan mostrar que tiene algo en común contigo.

"Los hombres italianos en lugar de declararse se plantan enfrente de la chava que les gustó y empiezan a alabarse a si mismos para mostrar cuales son sus características y hablan de lo guapo y maravilloso que son."

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