Proponen desaparecer a los centuriones romanos

Las autoridades los consideran una plaga

ROMA, Italia, mar. 15, 2012.- Los "centuriones" que deambulan frente al Coliseo romano, se han convertido en un serio problema para las autoridades que los consideran una plaga y han tratado en vano de reubicarlos.

Los turistas los tienen que soportar. Se quejan de acoso por parte de estos personajes excedidos de peso, disfrazados con túnicas, capas, escudos, espadas y las sandalias que usaban los soldados en la Roma antigua.

Estos centuriones cobran precios desorbitados por dejarse retratar. Piden como mínimo 10 euros, unos 180 pesos, y si el visitante se queja, lo arremeten con una buena lista de insultos en italiano.

Además, el monumento más visitado de Italia con más de 6 millones de entradas pagadas al año, está rodeado de puestos de ambulantes y comida, así como por guías ilegales.

Ante esa situación, un empresario italiano propuso transformar completamente el espacio que rodea al Coliseo, para convertirlo en un elegante centro de servicios con tienda oficial, cafetería y taquilla, lo que significaría, obviamente, la desaparición obligada de centuriones y ambulantes.

En espera de la aprobación del programa, se han presentado otras propuestas. El consejero municipal, Gennaro Tredicine, del Partido de la Libertad, sugirió que se legalice la situación de los centuriones exigiendo que se inscriban a un registro para que ya no sean ilegales y su trabajo ya no sea negro. Habría un "número cerrado" para que en lugar de los 35 actuales solo hubiera 10. De alguna manera se legalizaría, incluso, lo que piden a los turistas para sacarse la fotografía.

La propuesta ha sido mal recibida: la mayoría de los asesores municipales estima que para eliminar el problema habría que intensificar el control de las fuerzas del orden porque es ridículo transformar el de centurión en un trabajo legal.

"Legambiente", la asociación en defensa del ambiente y la directora del Coliseo, Rossella Rea, han pedido que los ambulantes y los falsos soldados romanos sean desalojados para darle "dignidad" al espacio que se encuentra frente al anfiteatro.

La propuesta más original llegó del ex vice alcalde de Roma, Mauro Cutrufo, según el cual los centuriones deberían ser acusados de stalking, es decir, de acecho porque molestan y engañan a los turistas.