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NUEVA YORK, Estados Unidos, feb 25, 2012.- En las últimas tres décadas la obesidad infantil se ha triplicado y nuevas estadísticas revelan que uno de cada cinco menores en EU es obeso.
El gobierno plantea ahora para combatir la obesidad implementar nuevos estándares de nutrición en los alimentos que los niños consumen en las escuelas que supone entre el 19 y 50% de la comida que ingieren todos los días. Esto se haría con nuevas directrices para las máquinas de golosinas que reemplazarían las típicas bolsas de papas fritas, de galletas y las bebidas azucaradas rebosantes en calorías por alimentos horneados, por nueces y almendras asadas y pretzels.
No es algo nuevo. Los menús de las cafeterías escolares continúan modificándose, reemplazado alimentos ricos en sodio, grasa y azúcar como pizza, papas, pasteles y hamburguesas por vegetales, pavo, fruta y yogurt. La venta de refrescos y jugos de frutas en numerosas escuelas de Nueva York a través de máquinas disponibles todo el tiempo se ha prohibido. Pero aún existe mucha resistencia para cambiar hábitos alimenticios enraizados profundamente en la cultura, sobre todo en los estados del Sur donde la tasa de obesidad es las más alta.
La restricción del consumo de comida conlleva generalmente controversia. Representantes de la industria alimenticia argumentan que sus productos son nutritivos y que no deben de ser eliminados. Directivos de algunas escuelas temen que las medidas sean tan extremas y se eliminen los dulces y las golosinas que se venden ocasionalmente dentro de las escuelas para recaudar fondos y poder financiar los programas extracurriculares de arte, música y deportes.
Un estudio hecho por la Academia Nacional de las Ciencias estima que más de dos mil millones de dólares en golosinas y refrescos se venden anualmente en las escuelas estadounidenses.
El debate por reducir porciones continua. Algunos legisladores en Washington han bloqueado iniciativas del ejecutivo para reducir porciones y restringir la cantidad de papas que los niños se sirven. Así mismo abogan por continuar contando como una porción alimenticia de vegetales, la salsa de tomate de la pizza. Crear leyes que pudieran dañar los intereses de la multimillonaria industria de alimentos es un enrome desafío sobretodo en un año electoral.
Nancy Huehnergarth, directora ejecutiva del grupo neoyorquino Healthy Eating and Physical Activity Alliance afirma que "la industria de alimentos y bebidas va a pelear con los dientes y las uñas para evitar estas reglas."
Representantes de la industria alimenticia como James McCarthy, presidente de Snack Food Association coincide que los alimentos de las escuelas deben de ser nutritivos, pero teme que las nuevas reglas sean demasiado rígidas.
Lo que estará por verse de ser aprobadas las nuevas directrices es si los niños consumirán la nueva oferta saludable que despachan las máquinas de sus escuelas.
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