Mimos venezolanos tratan de frenar el caos del tráfico

Por Agencia | Fuente: AP | 2011-10-08

Los mimos de Venezuela han logrado lo que los fiscales de transito no pueden, mantener el control y advertir a los conductores de manejar con precaución

CARACAS, Venezuela, oct. 8, 2011.- Un municipio venezolano ofrece a conductores peligrosos el tratamiento del silencio al enviar mimos a la calle para hacer lo que la policía por sí sola no puede: Domesticar el tráfico sin ley.

Alrededor de 120 mimos vestidos con trajes de payaso y guantes blancos salieron la semana pasada a las calles del Municipio Sucre, en el este de Caracas, para señalar las infracciones por medio de gestos y ademanes a conductores imprudentes y aquellas personas que cruzan las avenidas sin esperar su turno en los pasos peatonales.

Ellos se encuentran bastante ocupados en esta ciudad donde los motociclistas circulan por las aceras, los autobuses dejan bajar a pasajeros en medio de calles muy transitadas y no pocos conductores consideran las luces rojas de los semáforos y los límites de velocidad como meras sugerencias en lugar de órdenes.

"La mayoría de la gente están colaborando, pero los malos hábitos usualmente son difíciles de abandonar y muchos conductores simplemente no cambian sus conductas", dijo Neidy Suárez, una mimo de 18 años de edad, que vestía un overol amarillo fluorescente y una cinta de color rojo envuelto alrededor de las trenzas de sus cabellos.

Suárez frunció el ceño, empujó las manos hacia adelante en señal de "pare" en momentos que un motociclista, pese a que el semáforo estaba en rojo, se dirigía velozmente a un cruce de peatones repleto.

"Esto no es una tarea fácil porque algunas personas se molestan cuando están sujetas a un regaño", comentó.

"Pero la mayoría de la gente reaccionan de una manera amable y algunas nos han felicitado", agregó Suárez, alzando la voz de vez en cuando para dejarse escuchar en medio de las bocinas, sirenas de ambulancias, el rugido de los motores de autobuses y el ruido estridente de equipos de sonidos de los automóviles.

Carlos Ocariz, alcalde de Sucre, unos de los cinco municipios de Caracas, recurrió a los mimos para fomentar el civismo entre los conductores y peatones imprudentes. Ocariz sigue el ejemplo de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá, Colombia, que combino la labor de los mimos y una acción policial más estricta en un programa que fue ampliamente visto como un éxito.

Las calles de Caracas, sin embargo, puede que sean más caóticas que las de la capital colombiana.

Los conductores que se saltan una salida de la autopista a menudo simplemente ponen su vehículo en marcha atrás y salen poniendo en riesgo sus vidas y las de otros.

Los motociclistas se desplazan en sentido contrario en calles de un único sentido, tocan sus bocinas desaforadamente para que los peatones se aparten cuando circulan por las aceras y es frecuente ver a uno o más niños pequeños sentados precariamente entre la manija de la moto y su piloto, o entre dos adultos.

Alex Ojeda, presidente de la Fundación José Angel Lamas, una organización cultural que emplea actores profesionales para capacitar a los mimos, dijo que confía en que estos van a ayudar, aunque reconoce que el cambio de comportamiento de los conductores será una tarea a largo plazo. Los intentos de hacer cumplir las leyes de tránsito han fracasado por generaciones.

"Muchas veces los mimos pueden lograr lo que los fiscales de transito no pueden lograr usando advertencias y sanciones en sus esfuerzos de tratar de mantener control", indicó Ojeda.

"Los mimos, al contrario, muchas veces logran el mismo objetivo empleando acciones artística y pacificas".

En una ceremonia de mimos recién formados, Ocariz se comprometió a mantener el esfuerzo "hasta llenar todas las calles de Sucre con creatividad y educación"

 

 

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