Mexicanos en Malasia, más cerca de la horca

Los tres hermanos González Villarreal, acusados de narcotráfico, se verán las caras el 10 de junio con el llamado juez Soga, quien ha mandado a más de 100 a la horca

KUALA LUMPUR, Malasia, jun 2, 2011.- Pocas esperanzas les quedan a los tres hermanos mexicanos González Villarreal enjuiciados por narcotráfico en Malasia. El tribunal del país, comandado por el juez Mohamed Zawawi, desestimó hoy sobreseer el caso, lo que sitúa a los acusados aún más cerca de la pena de muerte. Un destino fatal que en Malasia sólo tiene un único camino: la horca.

De poco sirvió la lucha de su equipo de abogados, que sostiene que las pruebas policiales aportadas por la fiscalía están llenas de irregularidades y que fueron manipuladas durante el proceso de custodia policial. La decisión del Alto Tribunal malasio fue contundente: Luis Alfonso, de 47 años, José Regino, de 36, y Simón González, el más joven con 33 años, se verán las caras con el llamado juez Soga, Mohd Zawawi, de la Corte Superior, el próximo 10 de junio. Un magistrado que según la historia que le precede es fiel a su apodo. El juez Soga mandó a más de 100 acusados a la horca y jamás absolvió de pena de muerte a ninguno de los juzgados en su tribunal.

Nada hacía temer a la familia González Villarreal cuando tres de sus once hijos fueron invitados en 2008 a trabajar en el extranjero, que su destino se decidiría en un tribunal a miles de kilómetros de su ciudad, Culiacán. Sus familias no tenían ninguna información de aquel famoso trabajo, ni dónde irían ni cuál era la tarea a realizar, sólo sabían que tenían boleto de vuelta el 10 de mayo. Tres años pasaron de aquella despedida y ahora su papá recuerda apenado que tuvo una mala corazonada cuando supo que los muchachos viajaban juntos. No se equivocó. Diez días después de poner un pie en Malasia fueron arrestados y acusados de narcotráfico.

Encerrados durante tres años en una prisión de máxima seguridad con más de 3 mil prisioneros a 25 kilómetros al oeste de Kuala Lumpur, los tres hermanos mexicanos no olvidan ni por un instante aquel día 4 de marzo cuando un grupo de agentes de policía les detuvo en una nave industrial en la pequeña ciudad portuaria de Johor Baru. Según la versión policial, junto a ellos se encontró un megalaboratorio con material y productos químicos para la fabricación de metanfetaminas, así como 290 kilos de dicha droga con un valor en el mercado de 15 millones de dólares. Pero para los abogados defensores de los hermanos González Villareal esta acusación no tiene fundamento. No sólo ha desaparecido parte de la droga decomisada y, por lo tanto,  no hay caso que perseguir, afirmó el abogado Foong, sino que además, según la defensa, los hermanos fueron contratados para limpiar algo que parece no importar al juez.

A pesar de la presunción de inocencia de los tres hermanos acusados, el juicio que comenzará el 10 de junio será a vida o muerte. Malasia es uno de los países con las leyes antinarcóticos más duras del mundo. Por ello, de ser encontrados culpables, el Alto Tribunal malasio no contempla otra opción que la ejecución en la horca. Sería la primera vez en la historia del país que tres hermanos serían ahorcados al mismo tiempo. Un dato sin duda escabroso que parece haber recalado en la sociedad malasia, que estos días está llevando a cabo una campaña contra la pena de muerte y con la que pide que el Alto Tribunal suavice la Ley de las Drogas.