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CIUDAD DE MÉXICO, México, feb 14, 2011.- Se preguntado usted alguna vez cómo han cambiado las costumbres de cortejo entre las parejas a través del tiempo: ¿Cómo surgió la relación entre sus padres o abuelos?
La historiadora Patricia López Sánchez-Cervantes, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ha indagado las costumbres y patrones que han privado en México, y en específico en la capital del país, a la hora de elegir una pareja.
LA ÉPOCA PREHISPÁNICA
No son pocas las historias de la época prehispánica que hablan de amores que no se han llegado a concretar, quizá una de las más populares sea la de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Las diferentes versiones de la historia coinciden en que Iztaccíuatl era una princesa que se enamoró de Popocatépetl, un guerrero de menor rango social que ella.
Él para poder hacerse merecedor de su amor se fue a la guerra, sin embargo circunstancias fortuitas impidieron que estuvieran juntos. Algunas versiones señalan que fueron los dioses los que intervinieron para que no se concretara la relación; otras dicen que Iztaccíhuatl no pudo soportar la noticia de que su amado murió en la batalla y ella falleció de amor.
"En la época prehispánica existían una serie de códigos muy especiales... Los matrimonios en su mayoría eran arreglados, los papás decidían con quién se iban a casar las hijas, ellas no podían decidir así tan tranquilamente... De hecho hay historias como que la de una chica que se enamoró de alguien de rango menor y el papá la mandó matar por manchar su honor", dice la historiadora López-Sánchez.
Un dato poco conocido es que durante esta época surgió la costumbre de colocar a los contrayentes en las bodas un lazo sobre los hombros.
"Era una tradición de la época prehispánica, cada vez que realizaban una boda, ceremonia o contrato los amarraban, entonces los españoles van a preservar esta costumbre y la van a incorporar al rito de las bodas... Una costumbre parecida a la del lazo se tiene registrada en una región de Tailandia, nada más que allá les amarran las cabezas", relata la investigadora.
LA ÉPOCA COLONIAL
En la época colonial la manera de 'ligar' cambió de manera importante, los quioscos de las plazas públicas, los mercados y las iglesias se convirtieron en puntos de encuentro para los enamorados.
"Los hombres daban vueltas hacia un lado y las mujeres hacia otro... Existía un lenguaje muy especial, las mujeres movían el abanico de cierta manera y los hombres el bastón o el sombrero... Si las señales coincidían el hombre iba a la casa de la dama a pedir permiso a los padres... Claro está la sociedad era más pequeña y todo mundo sabía quién era quién", comenta la investigadora.
"Entre más alto fuera el nivel social de la pareja, más era el protocolo que tenían que seguir los pretendientes para llegar a su amada", añade López-Sánchez.
Fue hacia el final del siglo XVIII, con la llegada del café a México que se establecieron cafeterías, sin embargo éstas no fueron lugares para el ligue, más bien fueron sitios para hablar de las mujeres debido a que la clientela era masculina.
"Las cafeterías en un principio eran lugares exclusivas para los hombres, en este tipo de establecimientos se encontraban para hablar de asuntos de la vida diaria, para hablar de negocios, discutir asuntos políticos y sobre todo para comentar acerca de las mujeres, ya que éstas sólo podían entrar para trabajar o en horarios muy específicos", dice la historiadora López-Sánchez.
Después de la Independencia las cafeterías se abrieron a recibir principalmente familias, ya que también comenzaron a ofrecer comidas, postres y helados.
En esta época las casas de té vendrían a ser la contraparte de las cafeterías, ya que en este tipo de establecimientos la clientela era femenina.
LA INDEPENDENCIA
Con la Independencia vinieron cambios importantes en la manera de ligar, si bien se seguían conservando costumbres como la de acudir a los quioscos y las alamedas, "la mujer comenzó a gozar de derechos que le otorgaba la ley", dice la investigadora.
La investigadora añade que fue en esta época que algunas mujeres comenzaron a estudiar, a trabajar, también fue con la Independencia que comenzó a hablarse de parejas que se separaban, "digamos que hubo una pre liberación femenina", comenta López-Sánchez.
LA ERA MODERNA
Para la historiadora Patricia López-Sánchez las formas de buscar y encontrar pareja no ha cambiado en el fondo, sino en la forma.
"Los paseos por los quioscos que les tocó a algunos de nuestros abuelos ahora los cambiamos por paseos en los centros comerciales en los que las chicas van de un lado y los chicos van del otro", dice la historiadora.
Los grupos sociales ahora son marcados por el auto, las bolsas y los uniformes.
"En la actualidad la que tiene el poder es la mujer, la que decide es la mujer y la que liga es la mujer... También en el arte del ligue, siguen existiendo los protocolos específicos, de acuerdo a los diferentes grupos sociales... Pero en general las costumbres para ligar en México siguen siendo las mismas desde hace años... miradas, conversaciones y salidas en pareja", concluye la investigadora López-Sánchez.
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