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CIUDAD DE MÉXICO, México, mar.13, 2013.- La relación del nuevo Papa argentino Jorge Mario Bergoglio con el gobierno de Néstor Kirchner, y después con el de Cristina Fernández, no ha sido la mejor.
Durante el inicio del gobierno de Kirchner la relación parecía cordial, pero con el tiempo el mandatario llegó a identificar al arzobispo como un exponente de la oposición. La división quedó marcada cuando en 2005 el vocero de Bergoglio dijo: "no hay relación de la Iglesia con el Gobierno".
Con Cristina Fernández la relación también inició con una reunión cordial en 2007, a pocos días de su posesión presidencial, pero un año después las posturas de ambos tuvieron su primer encontronazo.
En 2008 Cristina afrontó la crisis del agro, Bergoglio pidió a su gobierno un "gesto de grandeza" para solucionar el conflicto pero no encontró respuesta.
Tras un periodo de tensa calma las diferencias surgieron nuevamente, en 2009 el nuevo Papa atacó al gobierno cuando indicó: "el peor riesgo es homogeneizar el pensamiento". Ese mismo año Bergoglio indicó: "desde hace años el país no se hace cargo de la gente".
El matrimonio gay y el aborto fueron temas que sirvieron de foco del conflicto. Desde la carrera en el Congreso de la iniciativa para aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo Bergoglio expresó su inconformidad.
El actual papa Francisco promovió entre los sacerdotes la defensa del matrimonio y la familia, a lo que Cristina respondió: "me preocupa el tono que ha adquirido el discurso, se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está".
HVI
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