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LONDRES, Reino Unido, feb. 25, 2013.- El domingo el rotativo londinense, "The Observer", reveló que tres curas católicos en Escocia y un exsacerdote británico informaron al Vaticano sobre el comportamiento 'inapropiado' del cardenal Keith Patrick O'Brien, la mayor ridad católica en todo el Reino Unido.
Estos alegatos sobre la conducta indebida hace más de tres décadas, fueron rechazados de inmediato por el vocero del cardenal.
Pero menos de 24 horas después, llego un gesto dramático: O'Brien, de 74 años de edad, confirmó su renuncia.
En un comunicado especial, publicado por la Iglesia Católica de Escocia, se indico que la renuncia del arzobispo de St Andrews y Edinburgo, ha sido aceptada definitivamente por el Papa Benedicto XVI bajo la fórmula 'nunc pro tunc', en otras palabras, "con carácter retroactivo".
Mismo O'Brien añadió, que había cancelado su viaje a Roma, y que no estará presente en el Cónclave. Esto significa, que ningún representante británico participará en las elecciones del nuevo pontífice.
"No voy a unirme a mis hermanos cardenales en este Cónclave en persona. No deseo que la atención de los medios en Roma se centren en mí, sino en el Papa Benedicto XVI y en su sucesor", subrayo O'Brien.
En su breve nota, O'Brien también pide "perdón" a todos los que haya podido ofender.
Por años, este cardenal británico, fue conocido como un crítico muy categórico de los derechos a los homosexuales, calificando al matrimonio gay como una "subversión grotesca de los derechos humanos universalmente aceptados".
Las acusaciones en el periódico "The Observer" aluden a los supuestos hechos de la década de los 80 del siglo pasado en Escocia, cuando O'Brien habría tenido unos "acercamientos inapropiados" durante las oraciones nocturnas hacia sacerdotes y seminaristas que estaban a su cargo.
MACO
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