Llaman a iniciar la revolución microeconómica

Ya es tiempo de pasar de la estabilidad macro con crecimiento bajo a un crecimiento más acelerado, apoyado en la modernización: Concamin

CIUDAD DE MÉXICO, México, ene 23-2013.- La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) llamó a iniciar una revolución microeconómica, para pasar de una etapa de bajo crecimiento a otra de crecimiento acelerado y perdurable.

El analista del organismo, Pedro Tello Villagrán, aseguró que se requiere lo anterior porque "ya es tiempo de pasar de la estabilidad macro con crecimiento bajo a un crecimiento más acelerado, apoyado en la modernización de las unidades productivas que dan vida al sector industrial mexicano".

Expuso en conferencia de prensa que el organismo propone convertir la estabilidad económica en auténtica política de Estado, con "una precisión incluso a nivel constitucional para asegurar que la estabilidad económica sea parte de los presupuestos anuales del país".

Consideró indispensable crear un ambiente competitivo y estable para los inversionistas del país y articular una política industrial activa y de largo plazo porque, dijo, no se pueden seguir dando bandazos sexenales en lo que a la estrategia de industrialización de México se refiere.

Por último, dijo que quizá sea el más importante de los elementos impulsando realmente la revolución microeconómica.

La estabilidad macroeconómica, dijo, depende de la estabilidad gubernamental, la creación de un ambiente competitivo de los negocios es responsabilidad compartida del gobierno federal y los legisladores, en lo que al ajuste de las regulaciones marcan las empresas.

Articular una política industrial de largo plazo tiene como protagonistas centrales precisamente a la autoridad gubernamental, estatal y municipal, pero también como contraparte a los organismos empresariales.

La revolución microeconómica depende de que cada empresario haga de su negocio un negocio competitivo y de una autoridad que entienda que todo el trabajo de modernización de las empresas no puede ni debe ser exclusivo de los empresarios, argumentó.

Explicó que se requiere participación directa y con herramientas concretas por parte de la autoridad, para que la modernización de la planta productiva sea uno de los más importantes motores para el aumento en la competitividad y productividad.

Este punto, dijo, es importante porque en México son diferentes los perfiles de la industria mexicana y hoy existen empresas en transición, pero están descapitalizadas o tienen tecnologías obsoletas y por eso mismo requieren el apoyo gubernamental.

En su opinión, es en este tipo de empresas en donde se puede consolidar y aplicar la revolución microeconómica para acelerar el paso en materia de crecimiento en la inversión, empleo y producción.

Se necesitan también herramientas de estímulo fiscal como las que existen, lo mismo en América Latina que en Europa y Estados Unidos, para impulsar la modernización de las empresas.

"Basta ya de esa opinión gubernamental de que los empresarios son responsables de identificar la tecnología que requieren. Un empresario es responsable del mercado y de asegurar las fuentes de trabajo, pero todo lo relativo a tecnología tiene que venir de organismos que le faciliten el trabajo de modernización", insistió.

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