CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 2, 2013.- Aparentemente, Estados Unidos evitó un desastre económico cuando los legisladores aprobaron un acuerdo para prevenir un alza generalizada de impuestos y recortes de gastos que habrían llevado a la mayor economía del mundo a caer en recesión.
En una votación de 257 a 167, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, aprobó un proyecto de ley que cumple parcialmente con la promesa de campaña del presidente Barack Obama de elevar los impuestos a los estadounidenses con mayores ingresos.
A pesar del respiro, este capítulo no es el final del libro, porque los congresistas estadounidenses deberán volver a discutir los recortes de gastos del gobierno y los republicanos, que salieron muy lesionados de la discusión, no están dispuestos a ceder: ya anunciaron que si no se solucionan los recortes a su satisfacción, no aprobarán elevar el techo de la deuda adquirible, alcanzado el 31 de diciembre.
Jorge Suárez Vélez, analista financiero, explica que el gobierno estadounidense tiene autorización legislativa para endeudarse hasta por 16.4 billones de dólares, es decir, deben el equivalente a 105% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Y debido al desbalance entre ingreso y gasto, esa deuda sigue creciendo.
Desde dos orillas
Suárez Vélez explica que en Estados Unidos hay dos posiciones de política económica: la de los republicanos y la de los demócratas.
La primera se inclina por reducir el tamaño del gobierno y renegociar los beneficios establecidos para la población, como Medicar, Medicaid, las pensiones para veteranos.
La segunda considera que no deben tocarse esos aspectos, sino sólo incrementar impuestos para reducir el déficit.
Lo cierto, dice el analista, es que se requiere llegar a un punto medio, pues si bien es necesario aumentar impuestos, también lo es que no tocar los programas sociales puede ser perjudicial. "Si no los tocan, el gobierno reventará en 10 años", asegura Suárez Vélez.
Con el acuerdo, continúa, básicamente se resuelve 5% del déficit y faltan muchas cosas por hacer.
El segundo round, explica, es el incremento del techo de endeudamiento, una discusión que deben comenzar a más tardar la segunda quincena de febrero.
En ese nuevo debate, los republicanos van a tratar de sacar recortes en gastos. Seguramente acabarán poniéndose de acuerdo, insiste, pero viene otra batalla campal.
El tema, abunda, es que causó mucho enojo en la base republicana la forma de actuar de Barack Obama, porque exageró, "debió dar alguna concesión de recorte de gasto".
Lo que no se ve
Ahora que parece que los problemas quedaron arreglados, Jorge Suárez Vélez pide que se recuerde que no es así, no sólo porque en unos meses tendrán que volver a discutir para evitar que se desactiven algunos riesgos, sino porque el acuerdo incluye privilegios para los grupos que favorecen a los demócratas con donaciones para sus campañas.
Por ejemplo, se mantiene el régimen de deducciones para productores de televisión y de cine, que sobre todo apoyan al partido de Barack Obama.
También se mantienen privilegios para quienes producen energía eólica y etanol, así como a quienes explotan el gas shale.
Otro grupo que se favorece es el de los poseedores de grandes terrenos, porque si donan propiedades de conservación, podrán hacer deducciones y eso sólo favorece a millonarios que tienen grandes extensiones de terreno.
En el área de los impuestos, eso de que sólo quienes ganan más de 400 mil dólares anuales pagarán más es retórica, porque el impuesto a la nómina aumenta 2% y en realidad todos van a tener que pagar más.
Además, muchas pequeñas empresas declaran como individuos y verán que su pago de impuestos se incrementará hasta siete puntos porcentuales.
En Nueva York, por ejemplo, la tasa efectiva de impuestos se irá a 55%, considerando lo que se recauda en el nivel federal, lo que recauda en el nivel estatal y lo que cobra la ciudad. "Es como si trabajaras todo el año, pero lo que percibas hasta la primera quincena de julio se lo tuvieras que entregar al gobierno", explica.
Y eso, ¿cómo afecta a México?
El acuerdo fiscal dejó desgastados a los dos partidos y con asuntos que tendrán que resolver en el corto plazo, por lo que la reforma migratoria, que por primera vez tenía posibilidades reales de ser aprobada, se va a la fila y ya no es ni remotamente prioritaria, explica Suárez Vélez.
Incluso, abunda, en este momento es más importante para los congresistas abordar la ley de portación de armas.
Sin embargo, no todo son malas noticias, pues los políticos de Estados Unidos saben que el país tiene que crecer, y sólo hay dos maneras de hacerlo: recaudando más impuestos, lo que ya se vio que no ocurrirá, o desarrollando manufactura y nueva energía, y eso es "absolutamente inevitable".
Ésta es una buena noticia para México, debido a la integración industrial de los dos países.
Para México, para el gobierno de Enrique Peña Nieto, asegura Jorge Suárez Vélez, la oportunidad es ahora o nunca, porque una situación como la que está atravesando Estados Unidos no se repetirá en mucho tiempo.
Si sabemos aprovechar la oportunidad, asegura, y se hacen las reformas necesarias, podemos volvernos la China de los próximos años.
Si no aprovechamos este momento, finaliza, nunca se va a volver a presentar.
TFO
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