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CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 12, 2012.- Las operaciones de preapertura presentan un sesgo positivo esperando que la Reserva Federal (Fed) no decepcione e incremente su monto de compras directas de bonos a 85,000 millones de dólares (mdd).
La última reunión de política monetaria del año viene acompañada de un futuro incierto sobre la economía de los Estados Unidos y sobre todo a los selectivos de renta variable, ya que desde noviembre presentan importantes bajas provocadas por la incertidumbre en el tema fiscal.
A lo anterior, la Fed de Ben Bernanke podría responder con un cambio en el monto de las compras directas de bonos. Al terminarse la Operación Twist este mes, la Fed podría aumentar la compra de bonos en 45,000 mdd, lo que haría que el Banco Central inyectara de forma directa 85,000 millones al mes.
En este escenario de mayor liquidez no se deberían de olvidar las palabras del mismo Bernanke, quien en repetidas ocasiones ha señalado "la política monetaria no es la panacea", puesto que la falta de un presupuesto fiscal estable y creíble pone en duda la estabilidad del país.
El llamado abismo fiscal no sólo es el recorte en 600 millones de gastos y el aumento de impuestos directos al consumo, representa también la falta de estabilidad y de seriedad en la planeación fiscal de la mayor economía del mundo.
En este sentido, y como lo hemos venido haciendo desde el siete de noviembre, fecha en que se reeligió al presidente Barack Obama, habrá que estar pendientes de cualquier declaración que salga respecto al tema fiscal en los Estados Unidos.
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