Detalles que se perdieron en el pacto

Por Noticieros Televisa | Fuente: Noticieros Televisa | 2012-12-04

pequeño comercio

El pacto choca con un modelo de finanzas que ha servido para obtener recursos para un sector público que no ha logrado ser eficiente para generar crecimiento

CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 4, 2012.- La política de apoyo a la pequeña y mediana empresa, la política de desarrollo industrial y la reforma laboral son las grandes ausentes del Pacto por México, que firmaron los tres partidos mayoritarios con el gobierno federal.

De acuerdo con Pedro Tello, la firma del documento es buena, pero no es nueva, pues ha ocurrido en los dos sexenios previos, sin embargo, esta vez le pusieron fecha de inicio y finalización de cada una de las 95 acciones propuestas.

"De entrada, trae el componente cronológico que será vital para evaluar el desempeño de la administración y poder hacer crítica constructiva de lo que se promete y lo que se realiza o no", asegura en la mesa económica de El Mañanero.

El documento, abunda, contiene compromisos específicos que van desde lo estrictamente social hasta los asuntos de seguridad y más de la tercera parte tiene que ver con cuestiones económicas.

El pacto asume que el crecimiento económico no ha sido suficiente ni consistente, además de que ha sido débil. Los compromisos permiten observar que el gobierno federal tiene la certeza de que se debe avanzar por una economía cuya estabilidad se va a asumir como política de Estado. Es decir, asegura Tello, existe la convicción de que se debe empujar el crecimiento de la actividad económica.

Estos 36 compromisos buscan fundamentalmente pegar en tres niveles: inducir el crecimiento acelerado de la economía, impulsar el crecimiento del empleo, modificar o mejorar la competitividad de la actividad económica, y si bien les reconoce el mérito de la inclusión, también cuestiona que falte considerar dos rubros que considera básicos

Se extraña, asegura el analista, una política de apoyo a la pequeña y mediana empresa. El pacto no incluye una sola línea que apunte al fortalecimiento de estos negocios que, se nos ha dicho, asegura, que van a impulsar el crecimiento de las fuentes de trabajo.

Tampoco se habla de una política de desarrollo industrial. Hay compromiso con la banca de desarrollo, con el campo, con la minería, pero no hay una sola mención de la política industrial, reprocha. Y no hay política que pueda acelerar el crecimiento si no se incluye el desarrollo industrial, redondea.

No obstante, reconoce, la noticia suena atractiva, porque parece que tendremos algún viso de que el Estado tiene un perfil delineado desde el principio.

José Luis de la Cruz, por su parte, reconoce que Presidencia logró sentar a los tres partidos mayoritarios a negociar, sin embargo, reprocha, faltó considerar al sector empresarial.

Todo lo que tiene que ver con el crecimiento de la economía, abunda De la Cruz, generación de empleo, inversión, competitividad, productividad, por fuerza debe pasar por las empresas y no consideraron al interlocutor que mete el dinero al aparato productivo.

Este olvido no es cosa menor, asegura el analista, pues antes de preguntar si las medidas llegan al Congreso o si serán aprobadas, habría que cuestionarse si serán plausibles desde el punto de vista empresarial, porque si no pasa por ahí y no se involucra a este otro actor no podrá ser implementado.

En apoyo a la postura de Tello, José Luis de la Cruz afirma que 25 por ciento de la actividad económica de este país es industrial y allí está el valor agregado de las exportaciones, así que al no considerar este rubro, asegura, dejaron fuera uno de los motores que ha logrado transformar a los países en naciones desarrolladas y al motor de los países que han crecido en tiempos recientes, como Corea y China.

Además faltan otras partes de la sociedad civil, pues cuando se habla de educación, ciencia, investigación y tecnología, afirma De la Cruz, es difícil no extrañar a las universidades públicas y privadas, porque manejan el objetivo de inversión de 1% del PIB en ciencia e investigación, es decir, 130 mil millones de pesos

Sin dejar de reconocer que son elementos positivos y que aun si sólo se cumpliera la tercera parte de los compromisos "estaríamos hablando de una transformación", pero, pregunta, de dónde van a salir los recursos económicos "si al mismo tiempo se plantea que vamos a actuar con un déficit cero, es decir lo que se va a gastar tiene que ser lo que se va a ingresar, por distintas vías, en un año donde la economía va a una franca desaceleración".

Se trata de un problema real, asegura, que se plantee hacer gastos millonarios, cambiar el rostro social del país, el rostro económico el de las finanzas públicas con recursos que el año entrante estarán más limitados.

Por ejemplo, abunda, la seguridad universal es un tema con el que nadie puede estar en desacuerdo, pero estimaciones que se han hecho aseguran que se necesitan entre 4 y 6 puntos del PIB, es decir, casi entre 900 mil millones y un billón de pesos. Con la arquitectura actual de los gastos del sector público es imposible hacerlo, y si a eso "le agregas el 1 por ciento para ciencia e investigación además de otros elementos, el propio objetivo de tener déficit cero se va a pelear en cómo vamos a implementar esto sin antes hacer una reconversión de la administración pública. La respuesta va a estar en el presupuesto, allí se verá cómo empiezan a hilar esto".

En cuanto a la reforma laboral, asegura José Luis de la Cruz, "habrá que observar cómo va a implementarse, porque en esto deberían estar involucradas la Secretaría de Economía y la Secretaría del Trabajo", que no estuvieron consideradas en el Pacto por México aunque son las encargadas de elaborar los programas para incrementar las fuentes de empleo.

Sin margen de maniobra

Para obtener recursos, coinciden ambos analistas, no hay mucho margen de maniobra. El presupuesto de egresos que se ejerce en 2012 es de 3.7 billones de pesos y 90% está comprometido a partidas que son inamovibles y van del pago de deuda al pago de nómina.

Con ese presupuesto, quedan 370 mil millones de pesos "que no serán suficientes para el seguro de desempleo, ni para el seguro a jefas de familia ni para seguridad universal", aseguran.

Así que la pregunta es de dónde van a salir los recursos si no hay una reforma hacendaria que genere un buen flujo de capitales para la administración pública y que los genere ya, "porque este gobierno, lo mismo que a los otros, a la vuelta del segundo año, pueden desgastar su capital político", cuestionan.

Con el anuncio de que no habrá nuevos impuestos, afirma De la Cruz, "tendremos que ver la adecuación de los que ya existen, y ese dinero no les va a alcanzar para nada".

Además, tomando en cuenta que ese dinero no les va a alcanzar para nada, en añadidura a que le ponen un plazo, "la luna de miel que pudo generarse con estos programas se diluye".

Y, abundan, el gobierno tiene poco margen para vender y no tiene mucho que vender, "hay límites al endeudamiento y no lo pueden aprovechar".

"Hemos dicho que hace falta cambiar el modelo y si el modelo que va a seguirse como columna vertebral es el que está actualmente, yo diría que son malas noticias porque la industria queda a un lado y las pequeñas y medianas empresas quedan como un residuo de la política económica. Y dejar fuera esos dos componentes es una posición muy delicada, es una precisión de que el camino seguirá siendo el mismo".

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