CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 26-2012.- Hay personas que hacen compras compulsivas en situaciones de tristeza o depresión, esto es porque eso les produce satisfacción inmediata y ayuda en ese momento, aunque se endeuden de más y después esté pero su economía.
Las compras están estrechamente ligadas a los sentimientos. Se habla de que consumimos más cuando estamos deprimidos o tristes.
El maestro Raúl Martínez Solares, especialista en temas financieros, señaló que existen estudios que demuestran que la compra compulsiva en muchos casos se produce casi en todas las personas en algún momento de su vida y esto tiene que ver con la búsqueda de llenar vacíos, de recompensar factores emocionales que están presentes en algún momento determinado de nuestras vidas.
Pueden ser desde vacíos emocionales hasta existenciales. Pero esto se agrava cuando vivimos un momento de depresión con incertidumbre, ya que hacemos compras indulgentes.
Por ejemplo, cuando no se tiene trabajo y si estas triste y no sabes que va a pasar, se hacen compras de algo que nos dará satisfacción a corto plazo, pero que en realidad nos está afectando más la economía.
Cuando nos encontramos en este estado anímico se adquieren productos asociados a la producción de endorfinas, por ejemplo comida, o cosas que no necesitamos.
Raúl Martínez Solares, comentó que hay personas que al comprar cosas que si necesitan sienten que simplemente están atendiendo la necesidad real. Al comprar cosas que no necesitan están sobre compensándose y en ese sentido genera un levantamiento en el estado de ánimo.
En un estudio de la European School of Management and Technology se mostró que las personas que se encuentran en un estado positivo de ánimo, pero bajo una situación de incertidumbre, son menos proclives a realizar compras de indulgencia no necesarias.
La explicación es que bajo un estado positivo, el remordimiento potencial de la compra puede afectar muy rápidamente el estado de ánimo positivo y "cancelarlo", lo cual es valorado implícitamente por la persona y por ello se evita la compra.
Más allá de conocer cómo opera la mente en temas como este, la relevancia de que entendamos lo que ocurre con nuestra conducta es que si somos propensos a caer en la indulgencia de las compras, podemos entender cuál es la motivación real del impulso al momento que se presenta la tentación.
Antes de realizar una compra compulsiva analiza el estado de ánimo que tienes en ese momento, si estas triste piénsalo dos veces, si después se pasa este estado de animo es válido regresar los artículos comprados.
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