El costo de la deserción

Por Noticieros Televisa | Fuente: Sitio Oficial | 2012-11-23

prestamos escolares

Millones luchan para pagar su préstamo escolar sin obtener el título; asegura Ben Casselman, del WSJ, es el mayor costo de este fenómeno que afectará a largo plazo

El creciente costo de la educación está golpeando especialmente fuerte a un grupo: los millones de estudiantes que abandonan la carrera antes de obtener su título, asegura Ben Casselman en un texto publicado en el diario The Wall Street Journal

Una licenciatura es, de lejos, la aspiración de la clase media estadounidense. Aun ahora, en medio de una creciente preocupación por el aumento de los costos de la educación de posgrado y las dudas sobre la relevancia de muchos grados escolares, los recién graduados tienen tasas muy bajas de desempleo, mayores ganancias y mejores prospectos de carrera profesional en comparación con sus pares de menor educación.

Pero mientras más estadounidenses que nunca piensan en ir a la escuela, muchos más deben abandonar los estudios antes de terminar. Ello significa que millones de estudiantes se comprometen con un crédito para financiar su carrera sin obtener las ganancias que impulsaría el obtener su grado escolar y los desertores son cuatro veces más que aquellos que se gradúan y empiezan a tener beneficios.

"Graduarse con un alto nivel de deuda puede ser desalentador", afirma Lauren Asher, presidente del Instituto el Acceso al Colegio, una organización dedicada a promover el acceso a niveles altos de educación. "Tener una deuda abultada y no graduarse es aún más desalentador".

La complejidad del sistema de préstamos para estudiantes, una red dedicada a subsidiar préstamos por más de 1 trillón de dólares, dificulta saber a cuánto asciende exactamente el monto de la deuda de los desertores. Pero el tamaño es enorme. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto para las Políticas de Educación Superior, en Washington, DC, 58%  de los 1.8 millones de usuarios de préstamos que hicieron su solicitud en 2005, no habían obtenido un grado escolar. De ellos, 59% estaban ya fuera de la ley al caer en moratoria de pagos, en comparación con el 38 por ciento que se había graduado. Y el tamaño del problema, afirma Casselman, de verdad ha empeorado desde entonces, además de que la recesión ha abatido considerablemente las oportunidades de trabajo para los menos educados.

"Los estudiantes que no obtuvieron algún grado escolar, son los mismos que tienen la mayor cantidad de problemas para pagar sus préstamos", asegura Alisa Cunningham, también dedicada a estudiar este fenómeno. "Ni siquiera es porque la cantidad que recibieron sea realmente alta, sino porque están preocupados por vivir al día y además deben pagar".

De acuerdo con el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, 34 millones de ciudadanos mayor de 25 años tienen un crédito de estudiante y ni siquiera han recibido un diploma, una tasa que ha aumentado, apróximadamente, en más de 700 mil personas en los pasados tres años.

Mientras tanto, explica Casselman, el aumento en el costo de los estudios obliga a muchos estudiantes a trabajar por muchas horas, restándose tiempo y oportunidades para completar su educación, y al final los orilla a renunciar a la escuela.

Para estos desertores, las consecuencias no son sólo la elevación de los intereses, sino que además, al deber ese dinero, no pueden acceder a otros préstamos para comprarse una casa, un automóvil o aun para regresar a la escuela posteriormente.

El problema tendrá implicaciones económicas de largo plazo. Los economistas aseguran que Estados Unidos necesita más graduados de nivel superior para mantener la competitividad. Pero elevar la tasa de graduados significa que la oportunidad debe llegar a familias de bajos ingresos, a minorías inmigrantes y a aquellos hijos de padres que nunca obtuvieron un diploma. Los esfuerzos por ayudar a estas personas implican que las universidades deben comprometerse a que habrá más personas con título.

Incluso terminar exitosamente una carrera escolar, asegura la publicación del WSJ, no es garantía de una exitosa carrera laboral, especialmente en la agitada economía de estos días. En octubre, 1.9 millones de desempleados se habían recibido, de acuerdo con el Departamento del Trabajo, y un tercio de ellos eran menores de 35 años. De acuerdo con Casselman, cerca de la mitad de los recién graduados también están desempleados o están trabajando en espacios que no requieren el título.

En este panorama, aquellos que no concluyeron la carrera enfrentan un camino más sombrío. Entre los estadounidenses entre 25 y 34 años, el margen de gente joven con edad de tener un título en la escuela tradicional, la tasa de desempleo entre aquellos que concluyeron la licenciatura es de 4.1%, contra 11% para aquellos que sólo obtuvieron el certificado de preparatoria y 9.8% de los que comenzaron la universidad pero no concluyeron.

"En el sistema estadounidense el acceso a la educación postsecundaria es para la clase media," asegura Anthony Carnevale, un economista egresado de la Universidad de Georgetown y director de la escuela del Centro de Educación y Fuerza de trabajo. Todavía hay maneras de triunfar sin un grado universitario, pero el camino se está estrechando, asegura Carnevale.

David Guthrie ha visto esa realidad muy de cerca. A los 25 años abandonó la escuela. Desde entonces ha trabajado como técnico en una compañía local ganando 16.62 dólares por hora, alrededor de 35 mil dólares al año, pero cuando quiso aplicar para una plaza en el nivel de ingeniería, no pudo acceder porque el trabajo requería licenciatura.

Hace pocos años, Guthrie iba en camino a ser el primero de su familia en graduarse. Se matriculó en una Universidad pública cerca de su casa, pero aun así tuvo que pedir un préstamo para pagar su carrera. Aunque amaba las clases, tuvo que dejar algunas clases para cursarlas posteriormente mientras trabajaba para pagar el préstamo. Cuando su novia perdió su trabajo en 2008, Guthrie dejó los estudios para trabajar de tiempo completo.

Ahora su deuda asciende a 20 mil dólares y está luchando para saldarla. Guthrie y su esposa son dueños de un solo auto y dicen que frecuentemente están retrasados en el pago de sus cuentas. Aspira a regresar a la escuela, pero dice que aún falta tiempo para eso. "Cuando tuve que dejar la escuela fue un golpe a mi autoestima. La universidad fue un sueño para mí por muchos, muchos años".

Los expertos afirman que el caso de Guthrie ilustra que la cara de la educación superior de los estadounidenses está cambiando y que el sistema ha fallado en cuidarla. Por décadas explica Casselman la imagen era que una Universidad estaba dirigida sobre todo para los hijos de las clases medias, que vivían en el campus e iban a clases de tiempo completo.

Pero los preparatorianos que trabajan, hacen que los colegios vean cómo cada vez más estudiantes rompen ese molde. Un estudio reciente encontró que sólo un cuarto de los estudiantes son "tradicionales" de tiempo completo con una residencia de cuatro años en el campus. Aumentan los estudiantes que acuden a la escuela de medio tiempo, trabajan muchas horas y lo alternan con la escuela. Muchos de ellos son de más edad y tienen sus propias familias.

El sistema de educación superior de Estados Unidos se ha adaptado lentamente al cambio de su población. En muchas escuelas, los horarios cambian semestre tras semestre dificultando el trabajo de tiempo completo. Los profesores están disponibles en tiempo limitado y el resultado ha sido un bajo nivel de titulación entre los estudiantes no tradicionales.

De acuerdo con un estudio del año pasado, realizado por una organización sin fines de lucro con base en Indiana, la tasa de graduación de seis años para estudiantes de tiempo completo es de 45.2% para estudiantes de bajos ingresos, 39.9% para afroamericanos y 27%  para estudiantes de 25 años o más. Entre todas las categorías las tasas de graduación de estudiantes de medio tiempo son realmente bajas. "Creo que hemos estados equivocados en la creencia de que con sólo enviar a un estudiante a la escuela, se va a recibir" dijo Stan Jones, encargado del estudio.

Algunas escuelas, sin embargo están repondiendo la demanda. Un programa de la Universidad de Nueva York, por ejemplo, bloquea algunas materias y adecua los horarios para que los estudiantes que trabajan puedan graduarse más rápido. Otras escuelas están reconsiderando el modelo tradicional de otorgar créditos, centrándose en lo que los estudiantes aprenden durante sus horas de clase. Robert Mendenhall, president del Western Governors University, una de las pioneras en este modelo basado en competencias, dice que los estudiantes de mayor edad, sobre todo, se basa en lecturas y temas que los interesados pueden realmente entender.

Más importante que enfoque específico, asegura Mendenhall, el objetivo es que los estudiantes que empiecen la escuela sepan que van con seguridad al momento de la graduación. Una quinta parte de la fuerza de trabajo estadounidense, asegura Casselman, ha acudido a la universidad, pero no se han recibido. "Sus trabajos están lejos o deben mudarse para trabajar y nunca regresan", concluye Mendenhall.

http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324595904578117400943472068.html

Recomendados»

Haz de noticieros tu página de incio

[[user.name]]

@[[user.screen_name]]

[[text]]

Noticieros televisa en facebook

[[from]]

[[description]]

[[date|date 'DD/MM HH:mm']]