CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 19, 2012.- Jonathan Macías tiene un puesto de venta de libros en la calle Balderas, en el Centro Histórico, y a pesar de que este lunes fue feriado, no dudó en abrir desde temprano su local ambulante.
"Con la crisis que vivimos, no me puedo dar el lujo de no abrir un lunes. Aunque venda cinco o seis libros, con eso me basta".
Señaló que es un buen día para abrir su negocio, debido a que la gente tiene asueto y pasea por la zona, además de buscar ofertas por el Buen Fin. Su local ofrecía 30% de descuento en toda su mercancía, anunciado con plumón en una cartulina amarilla.
Western Union, a través de su encuesta sobre regalos, estimó el miércoles pasado que 81% de los mexicanos saldría a comprar durante el denominado "fin de semana más barato del año".
En el mercado de artesanías de La Ciudadela todos los locales abrieron a la hora habitual y los locatarios no dudaron es sacar todos sus productos como vasos de vidrio soplado, calaveritas, imágenes religiosas de plata o vestidos y camisas bordadas.
Mireya Gutiérrez, quien vende vajilla de talavera, recordó que a pesar de que la mayoría de los mexicanos descansa, la venta no se detiene.
"La mayoría de la gente prefiere quedarse en casa, pero a los extranjeros no les importa que sea puente. De igual manera salen con ganas de comprar artesanías mexicanas. No estoy loca para rechazarles los dólares".
En el mercado, ubicado entre las calles Emilio Donde y José Ma. Morelos, había poca afluencia de clientes, aunque varios eran turistas.
A pesar de que había comercios abiertos, predominaban las cortinas metálicas y los letreros de "cerrado" de los locales, lo que disminuyó de manera considerable el flujo de personas y vehículos en la calle.
En el cruce de Revillagigedo y Artículo 123 se concentraban a las 14 horas hasta cuatro automóviles por semáforo en rojo, cuando en un día hábil, a la misma hora, se puede llegar a formar una fila de 15 vehículos.
Solo la avenida Juárez presentaba asentamiento vehicular a la altura del Palacio de Bellas Artes, donde también caminaban un gran número de peatones, como es costumbre.
"Las calles están más tranquilas, hasta da gusto trabajar estos días. No hay presiones ni prisas, la gente tiene otra actitud", dijo Carlos Moreno, taxista que esperaba pasaje en la calle Luis Moya.
"La gente no deja de comprar ni de comer. ¿Por qué yo voy a dejar de vender?", comentó Gaby, quien vende frutas y verduras en el mercado Ernesto Pugibet, mejor conocido como mercado de San Juan. "Alguien tiene que sacar adelante a este país", concluyó.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]