Basilea III pone en riesgo a los emergentes

Las reglas de capital reducirán 0.3% el crecimiento de estas economías, advierte Guillermo Ortiz

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 13, 2012- Las reformas globales al sistema financiero podrían impactar negativamente en el crédito, el crecimiento y el desarrollo de países emergentes, advirtió el presidente de Grupo Financiero Banorte, Guillermo Ortiz.

"La regulación financiera se enfocó en economías desarrolladas, pero cada país tiene necesidades diferentes; en el caso de los emergentes, podría haber un aumento en el costo del financiamiento ante la entrada en vigor de Basilea III, que plantea nuevos estándares de capital y liquidez", dijo en el Encuentro Mundial de Banca organizado por la International Chamber of Commerce.

Basilea III es un acuerdo para reforzar el capital bancario alcanzado en noviembre de 2010 tras la crisis financiera internacional, según el cual, en un transcurso de seis años las instituciones se reforzarán sin embargo, estadounidenses y europeos se han rezagado en la aplicación de las reglas.

Ortiz prevé que la nueva regulación traerá una disminución de 0.3% en el crecimiento económico de países emergentes, además de que se reducirán los flujos de financiamiento.

El ex gobernador del Banco de México dijo que los emergentes deben concentrarse en expandir sus sistemas financieros, pues en 2020 se prevé que sus activos sumen 41 billones de dólares.

Respecto a la posición de México ante la regulación global, el también ex secretario de Hacienda dijo que tras las crisis financieras que se han atravesado, el sistema bancario es saludable, pero aún es muy pequeño.

Explicó que los mayores retos son la inclusión financiera y el acceso al crédito, pues la oferta de financiamiento al sector privado en los países del G7 es de 144% del PIB, y en los 10 países emergentes más grandes (excluyendo a México) es de entre 42 y 43%, y en México aún no alcanza 20 por ciento.

Por otro lado, la proporción de población con acceso a servicios financieros alcanza 92% en los países del G7, 63% en China, 45% en los 10 países emergentes más grandes y 27% en México.