NUEVA YORK, Estados Unidos, nov. 12, 2012.- El presidente Barack Obama inició una semana de mucha actividad, que culminará con una reunión, el viernes, con los líderes del Congreso, para evitar las consecuencias del llamado "abismo fiscal" (más impuestos y menos gasto) que amenaza con desatar una nueva recesión y reducción del rating de Estados Unidos.
El martes, Obama se reunirá con los líderes de las organizaciones de los trabajadores, y el miércoles con algunos directores de las empresas más grandes de Estados Unidos, para tratar de fortalecer el consenso en torno de sus propuestas a partir del aumento de impuestos para los más ricos.
El objetivo es aprovechar el impulso de la reelección de Obama y las actuales dificultades del partido republicano en la búsqueda de un nuevo camino al día siguiente de la derrota electoral.
La Casa Blanca también habría organizado algunas misiones del presidente fuera de Washington, siempre con el objetivo de promover su plan y presionar al partido Republicano, que tiene la mayoría en la Cámara de Representantes (Diputados), mientras los demócratas dominan el Senado.
El "abismo fiscal" activará automáticamente recortes del gasto y aumentos de impuestos que absorberán 600,000 millones de dólares, en caso de que no haya un acuerdo político entre republicanos y demócratas.
El plan de Omaba prevé reducir el déficit fiscal de cuatro billones de dólares en diez años, sobre todo con nuevos impuestos por 1.5 billones, subiendo la alícuota de 35 a 39.6% de los ingresos personales superiores a 200,000 dólares al año y sobre los familiares por sobre 250,000 dólares.
Esta medida aportaría 440,000 millones de dólares en diez años.
La cúpula del partido Republicano parece haber suavizado sus posiciones respecto a las sostenidas durante la campaña electoral, admitiendo en los últimos días que el aumento de impuestos podría ser parte de un acuerdo. Pero el camino todavía es largo.
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