BOGOTA, Colombia, oct. 30-2012.- Los bancos centrales de América Latina deberían pensar en diversificar sus inversiones con reservas internacionales en áreas como materias primas o mercados emergentes ante la crisis de deuda de los países desarrollados que han sido el tradicional refugio de estos activos, dijo el martes el fondo regional FLAR.
Mientras la crisis financiera de las economías más importantes del mundo ha llevado a inversores a buscar mejores retornos en los mercados emergentes, los bancos emisores han mantenido sus conservadores mandatos de resguardar las reservas en activos estadounidenses o europeos, lo que en algunos casos, como el de Colombia, ha representado pérdidas.
Precisamente, el cambio en el panorama global de riesgo es la oportunidad para analizar si es necesario que las miradas de las autoridades monetarias se dirijan hacia otras alternativas, como activos de mercados emergentes y de materias primas, consideró la presidenta ejecutiva del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), Ana María Carrasquilla.
"Los activos en los que se están invirtiendo, que se creían libres de riesgo, la crisis soberana europea ha hecho cambiar ese punto de vista", dijo Carrasquilla, en una entrevista con Reuters.
"Eso está cambiando, uno puede tener mayores retornos con el mismo grado de riesgo si se diversifica más, se puede lograr", explicó.
El FLAR está integrado por Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Uruguay, Bolivia y Costa Rica, que acumulan reservas internacionales por alrededor de 156.000 millones de dólares.
Además de actuar como prestamista de los bancos emisores cuando tienen dificultades en sus balanzas de pagos, el FLAR les maneja actualmente a estas entidades un portafolio de inversiones por casi 5.000 millones de dólares.
PROCESO LARGO
Para Carrasquilla, a pesar de que naciones como Brasil, México, Perú y Colombia son percibidas como las que tienen las mejores prácticas en el manejo de reservas en la región, es necesario analizar qué se debe hacer en el futuro para optimizar los recursos y para determinar los cambios que se han producido en los activos.
"Ahí se presenta el espacio de reflexión, si debemos diversificarnos hacia otras clases de activos, si hay activos más atractivos desde el punto de vista de retorno frente a un nivel de riesgo tolerable para un banco central en mercados emergentes o si debemos irnos a un poco más largo plazo", opinó.
El FLAR realizará la próxima semana en Cartagena una reunión a puerta cerrada con representantes de los bancos centrales de la región y de Europa para analizar el manejo de activos soberanos y la encrucijada que significa la crisis europea en la inversión de este tipo de flujos.
Analistas resaltaron la pertinencia de la discusión sobre las inversiones de las reservas internacionales, en momentos en que es posible obtener una mayor rentabilidad inclusive con menor riesgo en Latinoamérica, frente a países europeos que aún tienen riesgo de caer en moratoria.
No obstante, la naturaleza conservadora de los bancos centrales y la complejidad de sus escalas de evaluación del riesgo de los portafolios harán largo el camino hacia los cambios.
"Este es un primer paso, pero una sola golondrina no hace verano, es muy difícil para los miembros de junta de un Banco Central entrar en este momento en que ni siquiera hemos salido de la crisis internacional a hacer cambios", opinó Munir Jalil, economista jefe de Citibank para Colombia y Venezuela.
"Es un paso dentro de un proceso que es largo, al que seguramente vamos a llegar y vamos a ver cambios, pero que es muy difícil porque implica reescalonar los distintos activos por riesgo y eso implica saber si se le creen a las calificadoras", concluyó el analista, ex funcionario del Banco Central colombiano.
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