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CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 24, 2012.- En la recta final del año, la producción de muñecos de peluche, caballitos de madera, nacimientos de tela, bolsas, mandiles y productos de panadería acelera su ritmo en los talleres de la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC).
Es la temporada alta de ventas, y además de impulsar la capacidad creativa de los egresados de sus talleres, la asociación sabe que es la oportunidad para que las familias de las personas con y sin discapacidad mejoren su ingreso, y que la institución obtenga recursos para su financiamiento.
Los talleres que nacieron de la necesidad de crear oportunidades de trabajo para las personas egresadas de APAC, hoy representan una fuente más de financiamiento para la institución y de ingreso a familias de personas con y sin discapacidad.
Al igual que ocurre con otras instituciones de asistencia privada, los recursos económicos siempre son un desafío para APAC, afirmó su directora general, Gabriela Molina Ortiz Monasterio.
?Dirigirlo, y con el personal maravilloso que tenemos, es fácil. El reto económico es permanente, vivimos de donativos y cuotas de recuperación?, explica.
Puede ser desde el voluntario que respalda en la capacitación de los alumnos, al donativo de mobiliario, el dinero en efectivo que aportan personas físicas o morales, o la cuota de recuperación que entregan familiares de los alumnos.
Dado que uno de los principales trastornos que causa la parálisis cerebral se refleja en la dificultad motriz, muchos de los alumnos están impedidos para cumplir por sí solos todo el proceso que representa elaborar un producto, pero de acuerdo con sus capacidades desarrollan tareas.
Una persona adulta regular (sin discapacidad) acompaña los procesos de producción. Un alumno corta tela, otro cose, uno más decora y otro rellena el muñeco, por ejemplo.
Hay sordomudos en el taller de panadería, también un autista. Todos pueden participar en el proceso de horneado, siempre bajo supervisión.
La atención de cada alumno representa un costo aproximado de $4,500 mensuales, incluyendo el servicio de terapia en sus diversas modalidades y el educativo.
"Justo en este ciclo escolar se aumentaron las cuotas de recuperación, con gran revuelo entre los papás", porque eran reducidas. Ahora, van de $800 a $4,500 mensuales, monto que se fija después de un estudio socioeconómico y previa entrevistas con los padres.
APAC, aclaran sus directivos, no mantiene como tal una colecta, pero los pequeños donativos junto con los grandes patrocinios respaldan su trabajo como institución con alto compromiso social y la prestación de servicios de calidad.
En sus 42 años de existencia, se ha consolidado como una de las instituciones más antiguas en el trabajo con niños, jóvenes y adultos con parálisis cerebral y su inserción social y laboral para lograr su autosuficiencia.
Una muestra, son los artículos que producen, en los que aprovechan habilidades, donde reflejan su creatividad, que les generan ingresos familiares, que apoyan a financiar las actividades de APAC y que pueden adquirirse en sus instalaciones de la calle Dr. Fernando Zárraga 26, en la colonia Doctores.
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