MADRID, España, oct. 19, 2012.- En España, los adultos mayores sufren los estragos de la recesión económica.
Mercedez, Pilar y Antonia se reúnen casi todos los días en casa de la primera para matar el tiempo. No pueden salir porque sus pensiones son mínimas.
Mercedez lamenta que su pensión se haya reducido. "Me pagaban antes 500 euros, cuando me he jubilado, pero ahora nada más que me pagan 198; con eso no puedo vivir porque tengo que pagar la luz, tengo que pagar la casa y tengo que pagar todo y la verdad que no."
Con los casi 200 euros no le alcanza ni para alimentos y sólo le queda recurrir a sus hijos en busca de ayuda, "si quiero seguir estando en la casa y para comer".
El caso de Pilar, que trabajó parte de su vida en el campo, no es tan duro. Percibe 700 euros mensuales pero aún así necesita la ayuda de sus hijos.
Tanto Mercedez, como Pilar y Antonia están decepcionadas y enojadas. Llevan toda la vida trabajando y ahora tienen que vivir de manera poco digna.
"Nos están machacando, nos están engañando. No hay derecho a esto", se queja Pilar.
Pero es que además ahora los jubilados, como el resto de los españoles, tienen que pagar parte de sus servicios de salud, cuando antes el Seguro Social cubría todos los gastos y era completamente gratuito.
Por lo pronto, el Gobierno no se ha atrevido a tocar las pensiones, pero la Fundación de Estudios de Economía Aplicada ya ha advertido de la necesidad congelar las pensiones para llegar al objetivo de déficit, después de haber tocado todas las partidas disponibles.
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