MADRID, España, oct. 16-2012.- En España, no todos viven la crisis económica de la misma manera. Los millonarios españoles han visto aumentadas sus fortunas como prueban los patrimonios de sus sociedades de inversión, las llamadas SICAV.
El tratamiento fiscal que reciben estas sociedades de inversión, en las que tienen el dinero las grandes fortunas, es muy atractivo.
Susana Burgos, economista española, señaló que las SICAV, son sociedades de inversión de la gente que tiene más dinero y que requiere un capital mínimo de 2.5 millones de euros, sólo tributan el 1%, mientras que las pequeñas y medianas empresas tributan al 25% y una gran compañía tributa al 30%.
Por su parte, el economista Alejandro Iñurrieta, aseveró que lo que está pasando es que las grandes empresas, se están beneficiando de unos salarios más bajos, unas condiciones laborales más bajas, además de un incremento en los beneficios, por tanto, también, de los grandes patrimonios que se están viendo, digamos, beneficiados.
Pero ¿qué habría que hacer para que el resto de la sociedad no quedara tan mermada y sólo se beneficiaran unos pocos?
Susana Burgos, mencionó que la solución no está en elevar los impuestos a los ricos, sino, bajarlos paras las clases medias y bajas, porque lo que está haciendo el Gobierno, con el incremento fiscal del IVA, del IRPF, es ir descapitalizando a la clase media que, al final es la que consume y la que puede hacer que la economía vuelva a tirar.
Lo cierto es que quien más está sufriendo la crisis es la clase media española. Antes representaba el sustento de la sociedad. Hoy está desapareciendo.
El gran perjudicado de la crisis española es la clase media. Hasta entonces ha sido el gran sustento de la actividad económica o por lo menos, de lo que se basaba la actividad económica. Sin embargo, el grado de endeudamiento que esta clase media realizó en los últimos diez años, fue un sustento financiero que se ha destruido.
La destrucción de empleo es de más de tres mil trabajadores diarios y el ciudadano medio vive asfixiado entre las reformas y los impuestos.
En todo caso lo que sí es claro es que el país continúa empobreciéndose y basta un dato, por cierto muy revelador: Cuatro de cada diez españoles no va a poder tener calefacción este invierno.
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