Artículos relacionados »
WASHINGTON, Estados Unidos, oct. 16, 2012.- Los precios al consumidor de Estados Unidos subieron en septiembre impulsados por las gasolinas, una amenaza a la capacidad de consumo de la población que de todos modos no alejaría a la Reserva Federal (Fed) de su política monetaria ultra expansiva.
El índice de precios aumentó un 0.6 por ciento, en línea con las expectativas del mercado y en el mismo nivel que el dato de agosto, mostró el martes un informe del Gobierno.
El precio de la gasolina subió 7% tras haber aumentado otro 9% en agosto. Un aumento del precio del combustible podría obligar a muchos estadounidenses a reducir el gasto en otros sectores.
El índice subyacente de precios al consumidor, sin embargo, mostró que las presiones inflacionarias se mantienen estables.
La inflación estructural, que excluye energía y alimentos, fue de apenas un 0.1% por tercer mes consecutivo.
En los 12 meses a septiembre, el índice general de precios acumuló un alza del 2 por ciento, la más alta desde abril y por arriba del 1.7% registrado hasta agosto.
La inflación estructural también fue de un 2% en la medición anualizada, una décima más alta que a agosto.
La mayoría de los economistas no cree que la inflación pueda convertirse en una amenaza en el corto o largo plazo.
Varios apuestan a que la Fed toleraría un alza por encima de la meta del 2% para permitir que la economía se recupere con más fuerza.
Los precios de los alimentos subieron un leve 0.1% en septiembre pese a la fuerte sequía que afectó este año al corazón agrícola de Estados Unidos.
Mientras, el costo de la indumentaria subió un 0.3% y los de los vehículos nuevos cayeron 0.1 por ciento.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]