CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 15, 2012.- El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el subsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez coincidieron al señalar que la crisis de Europa ya afecta a México vía comercio, con la contracción de inversión directa y vía financiera.
En la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), Carstens dijo: "México no ha escapado ni escapará a los efectos de la crisis". Y añadió que las políticas fiscal y monetaria se han ido adaptando para mitigar el evidente impacto del deterioro económico externo.
"La crisis nos ha obligado a realizar una coordinación diferente de políticas monetarias y financieras para establecer buffers que mitigan, pero no evitan la contaminación", respondió.
En el seminario "Fortaleciendo a la eurozona", el titular de Banxico aseguró que algunas corporaciones europeas han reducido sus activos, contraído la inversión y otras incluso ya han salido del mercado.
"La crisis se ha transmitido a través del canal del comercio mundial, de la volatilidad financiera, también porque ha motivado un menor dinamismo de Estados Unidos que es nuestro principal socio comercial. También así nos pega", comentó.
El subsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez, reconoció: "el balance de riesgos se ha deteriorado para México, tanto por la incertidumbre en Europa como por el eventual precipicio fiscal de Estados Unidos".
El precipicio fiscal es la entrada en vigor de impuestos que desde la era Bush fueron congelados para estimular al consumo interno y que comenzarán a funcionar en enero próximo si el Congreso no prorroga el plazo. El Subsecretario precisó que los buffers a los que se refirió Carstens han sido la mayor acumulación de reservas, el manejo de la deuda pública externa e interna -que extendió la maduración promedio a siete años-, la compra de seguros catastróficos y la consolidación fiscal.
Todos son factores que han impulsado el crecimiento de México pese al deterioro mundial. Sobre la inversión financiera en valores gubernamentales de largo plazo, Carstens dijo que no se encuentran preocupados, pues la acumulación se vino completando antes y después de la crisis, pues mucho de ella proviene de fondos institucionales, pensiones y seguros.
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