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MADRID, España, oct. 4, 2012.- Luis María Linde, gobernador del Banco de España, recomendó adoptar nuevas medidas de ajuste, al considerar que sin ellas existe el riesgo de que se incumpla el objetivo pactado con la Comisión Europea de reducir el déficit público este año a 6.3% del PIB.
"La reducción del déficit público desde los niveles máximos que se alcanzaron en 2009 está siendo cualquier cosa menos fácil", dijo Linde ante el Congreso de los Diputados.
Por ello, consideró que, "dada la importancia de cumplirlo, habrá que considerar las medidas adicionales que lo hagan posible en el marco que proporciona la Ley de Estabilidad Presupuestaria".
El ministro de Finanzas, Cristóbal Montoro, había admitido la posibilidad de que el déficit público español llegue a fin de año al 7.4% en vez del 6.3%, como consecuencia de la ayuda estatal a la banca.
España se comprometió a rebajar el agujero presupuestario a 4.5% en 2013 y a 2.8% en 2014. Según cálculos revisados, el déficit se situó a fines de 2011 en 9.44%.
El gobernador del Banco Central Español también consideró "ciertamente optimista" la previsión del gobierno de una caída del PIB de 0.5% en 2013. Al respecto, recordó que organizaciones internacionales y analistas estiman que la economía española podría contraerse hasta en 1.5%. Según Linde, tal contracción haría subir el déficit en tres décimas.
En cuanto al elevado desempleo en España, que puede llegar a 25% en 2013, Linde habló de una tasa "sencillamente dramática" que impone la "enorme importancia" de reactivar la economía y flexibilizar el mercado laboral.
Respecto a la posibilidad de que España pida a la Unión Europea un rescate para el conjunto de su economía, después del que ya solicitó para los bancos maltrechos, el titular del Banco de España dijo no creer que ello implicase "ajustes de gastos demasiado importantes".
El Banco Central Europeo (BCE) condiciona la puesta en marcha de un programa de compra de deuda española a que el gobierno solicite oficialmente ayuda al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), decisión que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aún no tomado.
Linde admitió que el anuncio del BCE de que está dispuesto a comprar deuda española en el mercado secundario "ha tenido un efecto estabilizador", pero esto no será suficiente, en su opinión.
"El papel que cualquier decisión del BCE puede desempeñar difícilmente podrá ir más allá de mitigar los riesgos de accidentes graves y de proporcionar más tiempo para que rindan sus frutos decisiones que deben ser tomadas en ámbitos distintos a los del propio BCE", explicó el gobernador del banco emisor español.
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