CIUDAD DE MÉXICO, México, oct. 03-2012.-Los remeseros nacionales, es decir aquellas personas que trabajan en algún estado de la República pero que envían dinero a sus familias en otro estado suman aproximadamente 4 millones de personas, las cuales requieren servicios de envío pero se enfrentan a un desarrollo incipiente en la variedad de productos ofrecidos, indicó Carlos López-Moctezuma, Director General de Proyectos Especiales y Vocero de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Al concluir la sesión de la presentación de lo resultados del Informe "El Mercado de las Remesas Nacionales en México: Oportunidades y retos", explicó que ante ello hay una gran área de oportunidad en cuanto a la intermediación financiera.
La oferta de la industria de remesas internas está relativamente concentrada en un número reducido de instituciones, mismas que efectúan más de la mitad de las operaciones del mercado formal. Ahora bien, recientemente la banca ha ido fortaleciendo su posicionamiento comercial.
Asimismo, dicha industria enfrenta el reto de modificar la cultura en el país de enviar las remesas nacionales en efectivo, agregó.
En el estudio se señala que los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz sobresalen como receptores de remesas nacionales, pero también se distinguen tendencias en cuanto a los flujos de remesas en el interior del pais, destacando aquellas originadas en el Distrito Federal, las cuales se dirigen principalmente a Oaxaca, Puebla y Guerrero. En el estado de Nuevo León los flujos van a San Luis Potosí y Veracruz.
El estudio indica que entre los remitentes el porcentaje de mujeres supera ligeramente al de hombres al representar más de la mitad, y que los principales receptores de remesas nacionales son los padres del remitente, seguidos por la pareja.
Hasta ahora, la población emisora de remesas nacionales ha tenido un acceso limitado al sistema financiero formal, ya que no obstante que frecuentemente llevan a cabo una amplia gama de pagos, estos los efectúan principalmente en efectivo con un costo promedio de la remesa nacional por el envío puede representar hasta un 5.5% de la transacción, detalló López-Moctezuma.
En cuanto al área de oportunidad, señaló que el 40% de los remitentes de remesas nacionales hacen un uso frecuente de tecnología que potencialmente puede utilizarse para efectuar transacciones financieras, tales como el Internet y el teléfono móvil.
Los resultados de las encuestas recabadas por este estudio indican que alrededor del 36% de los remitentes de remesas nacionales tienen disposición para dejar de usar las transferencias en efectivo.
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