NUEVA YORK, Estados Unidos, oct. 01-2012. - El dólar descendía de su máximo en tres semanas el lunes y el yen se debilitaba, pues un aumento de la actividad manufacturera de Estados Unidos causaba una liquidación de monedas de refugio seguro.
El mes pasado, el sector manufacturero estadounidense registró su primera expansión desde mayo gracias al impulso de los nuevos pedidos.
Otro factor que alentaba el apetito por el riesgo era un incremento en el índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de Alemania, que subió el mes pasado a un récord desde marzo, aunque seguía debajo de la marca de 50 que indica expansión.
En tanto, la actividad fabril de China resultó menos desfavorable de lo previsto, con un alza, aunque de todos modos apuntaba a una continua contracción del sector.
El índice dólar, que mide su desempeño contra seis divisas principales, descendía un 0,3 por ciento a 79,706 tras haber subido hasta 80,147, máximo desde el 11 de septiembre.
Los especuladores del mercado cambiario aumentaron sus apuestas contra el dólar en la última semana al mayor nivel en más de un año, según cifras divulgadas el viernes por la Comisión de Regulación de Operaciones de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC).
El euro repuntaba desde mínimos de tres semanas frente al dólar, alentado principalmente por los datos de Alemania y por unos números decentes del sector manufacturero de España e Italia.
Pero los operadores decían que los avances podrían ser limitados por las preocupaciones sobre una posible rebaja en la calificación de la deuda española.
El euro ascendía un 0,4 por ciento a 1,2907 dólares, aunque algunos analistas decían que su resistencia se debía no tanto a la confianza en la zona euro sino a la debilidad del dólar después de que la Reserva Federal estadounidense lanzó otra ronda de alivio monetario el mes pasado.
El euro había marcado un mínimo de tres semanas de 1,2804 dólares en la sesión asiática. Un cierre por debajo de 1,2823 dólares podría sugerir una nueva debilidad para el euro.
Los inversores esperaban al resultado de la última revisión de Moody's sobre la calificación soberana de España ante la posibilidad de que la cuarta economía de Europa caiga a categoría de "bonos basura", lo que aumentaría la presión para que salga a buscar un rescate internacional.
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