FRANKFURT, Alemania, sep. 26, 2012.- Pese a la caída de la economía y las finanzas públicas de Italia, el país no buscará ayuda del fondo de rescate de la Unión Europea, dijo el ministro de Economía.
Para evitar ser absorbido aún más en la crisis de deuda de la zona euro, Italia ha implementado medidas de austeridad que han minado la confianza de los consumidores e intensificado su recesión, bajando los ingresos fiscales y presionando al alza el déficit presupuestario.
"Italia está haciendo, creo, un muy buen trabajo en reformar su economía y sin la necesidad de ayuda extra", dijo Vittorio Grilli en una conferencia de prensa, tras reunirse con el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann.
"Por lo tanto, en este momento no está dentro de un plan del Gobierno italiano solicitar un programa. Estamos muy confiados de que estamos resolviendo los problemas italianos dentro de nuestro mandato gubernamental", agregó.
Weidmann dijo que Italia era la suficientemente fuerte y sus fundamentos económicos lo bastante sólidos, por lo que no tenía necesidad de un paquete de rescate.
Grilli no comentó sobre si España necesitaba un rescate y dijo que esto dependía de dicho país. Sin embargo, sostuvo que las reformas españolas progresaban muy rápidamente.
Lugar 20 en el ranking regional
Otro dato que es consecuencia del recorte del gasto y que tendrá su impacto entre los más necesitados: en 2012 la ayuda pública para el desarrollo en Italia descenderá a 0.12% del PIB, con una contracción de 1.2 mil millones de euros.
Según un reporte de una ONG sobre la lucha contra la pobreza en el país, que muestra que Roma en el ranking regional se ubicará en el puesto 20 entre los 27 países miembros de la UE por el aporte del estado en favor de los más necesitados, peor que República Checa, Lituania, Estonia o Chipre.
Según la ONG Actionaid, la "deuda moral" de Italia en los últimos 10 años se ha engrosado y la diferencia entre lo que invirtió en los necesitados y lo que debería haber hecho suma unos 20 mil millones de euros.
Se derrumban las ventas minoristas
Las ventas minoristas se derrumbaron en julio por cuarto mes consecutivo, un 0.2% en relación a junio, lo que implica una caída interanual de 3.2%, lo que desnuda que las medidas de reducción del gasto del gobierno de Mario Monti y el desempleo están golpeando impiadosamente al consumo.
Todo es desaliento para los compradores, que se retraen y evitan el gasto, con lo que agudizan la recesión en que está inmerso el país y que ya lleva un año.
Las ventas del consumo minorista se rebajaron 3.2% interanual en julio, dijo la oficina nacional de estadísticas (ISTAT), en su mayor descenso tras una caída del 6.8% interanual en abril.
Se trata del mayor declive desde que los datos comenzaron a difundirse en enero de 2001.
Esa es la respuesta de las familias italianas ante una feroz recesión, alzas de impuestos, menores ingresos y creciente desempleo. Los guarismos demuestran que las perspectivas de un repunte en el gasto del consumidor es cada vez menos probable.
Si para los productos de mesa las ventas minoristas van pésimo, para el sector que está por fuera de lo que es alimentos ("non food") todo es peor pues cayó 0.3% en junio, una reducción del 3.8% respecto al mismo mes del año anterior.
La caída del comercio básico que ha revelado el ISTAT "equivale a una disminución global de los gastos de las familias de unos 22.7 mil millones de euros anuales", según datos estimados por dos cámaras de consumidores, Federconsumatori y Adusbef.
Ambas cámaras coincidieron en que la caída del consumo en 012 llegará en Italia a 5%, con una contracción de 141 euros anuales por familia, sólo en el sector de la venta de alimentos.
La semana pasada, el Gobierno advirtió que el PIB debería contraerse este año un 2.4%, el doble de una proyección previa en abril que hablaba de una caída de 1.2%.
El gasto de consumidor fue por mucho tiempo el talón de Aquiles de la economía italiana, que ha sido la más débil de la zona euro en la última década.
Los italianos gastaron en julio 2% menos, sobre base anual, en la compra de alimentos, un rubro que amenaza con instalarse en niveles que no se veían desde hace 30 años atrás, así lo avisó la Confederación Italiana de Agricultores (CIA) al comentar los datos difundidos por el ISTAT.
Con tanta desocupación, impuestos altísimos, pérdida de confianza e incertidumbre de cara al futuro, la venta de lácteos cayó 5.2%, pesado 3.9% y fruta disminuyó 1.6%. Un clarísimo cambio de hábitos que empieza a experimentarse en la sociedad italiana,
tradicionalmente ávida de los buenos alimentos.
Todo el arco del consumo muestra un derrumbe según el ISTAT.
Los negocios de barrio mostraron una pronunciada caída en sus ventas en julio de 3.6%, pero también las grandes cadenas de distribución como los hipermercados bajaron 3.1%), los supermercados decrecieron 1.1% y la venta discontinua o de segunda calidad bajó 0.1%.
"No hay recuperación económica si no mejora la venta minorista. El estado debe lanzar urgente ayuda a las familias para relanzar la demanda interna", comentó la CIA.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]