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CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 21, 2012.- Durante siglos, los hombres han ocupado el papel de proveedores en la familia. Llevar la batuta en asuntos de dinero les hace sentir satisfechos; sin embargo, de unos años para acá, las mujeres toman fuerza en materia laboral y han tomado puestos en los que perciben más dinero que sus parejas.
Este cambio ha hecho que los hombres, por razones de cultura, se sientan desplazados.
Manuel Turrent, psicoterapeuta familiar, explica que en la mayoría de los lugares del mundo donde la mujer gana más, la gente que está alrededor de la pareja ignora esta circunstancia, porque a los hombres les avergüenza decir que su salario es inferior.
La forma de dividir el gasto es un tema que muchas veces no se habla y debería de ser proporcional a los ingresos de cada quien.
Para Turrent, lo ideal es que la aportación sea proporcional, ?si yo gano 10 pesos y mi pareja gana 15 o 20, lo normal sería que ella pusiera dos veces más que yo en los temas de la casa, que cada quien tuviera su dinero en particular, creo que la distribución del dinero debería ser proporcional a los ingresos que cada quien?.
Para llegar a acuerdos se necesita hablar y dejar claro que los ingresos de cada uno no los define y que, en todo caso, personas que saben hacer dinero y a otras que se les dificulta y se debe tomar como algo normal y en beneficio de todos en casa.
En los hogares donde la mujer gana más, el hombre sigue tomando las decisiones importantes, pero debería ser de común acuerdo, opina el especialista.
Desafortunadamente abunda, las mujeres que ganan más se sienten culpables y por ello dejan en su pareja el peso de las decisiones, para dejarlos seguir fungiendo como proveedores de la casa.
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