CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 13, 2012.- La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que el homicidio del niño Hendrik Cuacuas, quien falleció por un impacto de bala cuando se encontraba al interior de un cine en la Plaza Comercial Ermita, se debió a una bala perdida.
"Como resultado de los dictámenes periciales en materia de criminalística se desprende que el proyectil que recibió el menor no fue disparado en el interior de la sala 2. De la inspección ocular realizada en el techo de la sala 2, peritos en criminalística ubicaron un orificio que atraviesa la lámina y el plafón", dijo Eduardo Porfirio Garrido, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJDF.
El funcionario señaló que el disparo de un arma 9 milímetros se hizo desde el exterior de la plaza comercial.
"Por la dirección y análisis de caída, el orificio corresponde al asiento 16 de la fila G, donde peritos químicos encontraron rastros hemáticos. Una vez analizado el tipo de orificio, el perito en criminalística determinó que el disparo fue realizado desde el exterior de la plaza comercial y con una trayectoria de sur-oriente a nor-poniente", añadió Eduardo Porfirio Garrido, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la PGJDF.
Explicó que en el techo del cine se encontró otra bala, al parecer también de calibre 9 milímetros, la cual ya se analiza para determinar si corresponden a la misma arma de fuego.
Informó que se desconoce el origen del disparo y que se enviaron oficios de colaboración para que la Policía Preventiva ayude a buscar al o los probables responsables.
En la conferencia de prensa estuvo presente el director de criminalística de la procuraduría capitalina, Anselmo Apodaca.
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