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CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 29, 2011.- La Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores implementada en el Distrito Federal redujo el consumo per cápita de cigarros, indicador relacionado con una disminución en ingresos en la red de servicios sanitarios de esta capital por padecimientos del corazón.
La presidenta de la Red México sin Tabaco, María Sonia Meza Vargas, informó que en la red se tienen estudios en coordinación con la Secretaría de Salud del Distrito Federal que indican que disminuyó casi 10 por ciento el ingreso a hospitales por eventos isquémicos de corazón e infarto al miocardio relacionados con la disminución del consumo de tabaco.
Durante su participación en el Primer Foro sobre Atención Integral a Mujeres con Problemas de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Situación Vulnerable, expuso que el problema del tabaquismo no debe ser minimizado.
En ese sentido, dijo, en muchas ocasiones se etiqueta como un vicio o un mal hábito; sin embargo, es una de las adicciones más difíciles de enfrentar.
De acuerdo con la especialista, la ley vigente en el Distrito Federal sienta un precedente; si bien no erradica el tabaquismo, reduce el espacio y tiempo de exposición de los fumadores a las sustancias dañinas contenidas en los cigarros.
Como parte de las medidas para combatir el uso de sustancias nocivas para la salud, destacó la información, aspecto en el que reconoció el esfuerzo del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México (IAPA), que además considera al tabaquismo como una problema de salud que debe ser combatido con la misma dedicación que otras adicciones.
Meza Vargas precisó que la esa legislación contribuye en la reducción del número de cigarros que se consumen en espacios públicos, "si la gente tiene que salir fuma menos, no necesariamente hay menos fumadores pero sí menos consumo per cápita".
En el tema de equidad abundó que es de vital importancia que los programas sociales enfocados a combatir el tabaquismo se aborden desde una perspectiva de género, ya que las consecuencias por la adicción tiene razones y repercusiones distintas en mujeres y hombres, pues está basada en los roles que desempeñan cada uno en la sociedad.
El tratamiento es un proceso delimitado por la esfera sociocultural de las personas y es necesaria la participación de las instituciones, así como de la familia con la formación de conductas saludables que promuevan la conciencia ciudadana, puntualizó.
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