'Dreamers', guerreros de la vida

Por Miguel Camacho Ocampo | Fuente: Noticieros Televisa | 2013-07-03

Protesta Dreamers

La periodista mexicana Eileen Truax se introdujo al mundo de los dreamers para conocer el día a día de estos activistas sociales en Estados Unidos

CIUDAD DE MÉXICO, México, jul. 3, 2013.- Estados Unidos es un país de migrantes y de contrastes; su población es un caleidoscopio de nacionalidades. Una fracción de ese  caleidoscopio -12 millones de personas-, en su mayoría de origen mexicano, carece de documentos que acrediten su estancia legal en suelo estadounidense.

En los meses recientes los jóvenes integrantes de este grupo indocumentado han levantado la voz en pro de la reivindicación de sus derechos,  a ellos se les conoce como dreamers. Sus peticiones: frenar las deportaciones y una reforma migratoria que les permita estar legalmente en un país en el que, si bien no  los vio nacer, es donde echaron raíces.

De estos jóvenes luchadores conocemos la parte mediática, pero poco o nada de su entorno, de su día a día, motivo que llevó a la periodista mexicana Eileen Truax -quien durante siete años cubrió historias de migración para el diario La Opinión- a escribir acerca de ellos. Su trabajo se ve cristalizado en el libro Dreamers, un conjunto de nueve crónicas en donde la periodista intenta reflejar el entorno de estos muchachos.

"Cada vez que vas cubriendo una historia [ya] sea una deportación, tal vez una historia de éxito, tal vez una familia separada, ahí se va quedando esta presencia de los dreamers, esta valentía o resistencia cotidiana, que puede ser que no dé grandes notas pero sí son historias de valentía, de tenacidad, que todos los días estos chicos van viviendo, van protagonizando", relata la escritora.

Truax comenta que fueron dos los momentos que sirvieron de detonantes para escribir Dreamers: una acción de desobediencia civil en Los Ángeles y el suicidio de Joaquín Luna, un dreamer, días antes de graduarse de la preparatoria.

"Tal vez el momento que me hizo pensar: 'aquí hay demasiado que no se está diciendo', fue una acción de desobediencia civil que se realizó en Los Ángeles en 2010, donde por primera vez vi cómo estos chicos se dejaban arrestar y cuando se da el arresto de una persona indocumentada viene implícito el riesgo de la deportación. Creo que un punto de quiebre fue el suicidio de Joaquín Luna (capítulo 7 del libro), uno de estos dreamers, fue ahí donde dije: 'dejo todo lo que estoy haciendo y vamos a escribir un libro'", señala la autora.

Durante dos años Eileen Truax, avecindada en Los Ángeles, entró al mundo de los dreamers, conoció sus historias, sus miedos y sus ilusiones.

"Estos chicos desde que ponen un pie en el suelo tienen que tomar decisiones: ¿Me voy a la escuela en auto aunque no tenga licencia y con ello esté violando la ley? ¿Corro el riesgo de ser detenido, pero llego temprano? O me tengo que despertar a las cuatro de la mañana y tomar tres autobuses para llegar a la escuela. En la escuela ¿qué hago? ¿Me salgo corriendo para poder llegar a trabajar y poder pagar la colegiatura del siguiente semestre? Es decir cada momento les presenta una disyuntiva que tienen que resolver de la mejor manera", puntualiza la periodista.

"Yo creo que las decisiones que tienen que tomar, considerando la edad que tienen, son valientes y hasta el momento, lo que hemos visto, es que son efectivas porque han conseguido llamar la atención sobre su caso. Muchos de ellos son chicos sobresalientes, que a pesar de todo se gradúan, obtienen posgrados, consiguen apoyos, se hacen ver", asegura Truax.

Para la escritora es poco lo que se conoce realmente de los dreamers y de los migrantes indocumentados.

"Yo creo que en general no conocemos mucho de los inmigrantes indocumentados. Nosotros pensamos que los migrantes son estas personas que un día meten todo a una mochila. Cruzan y mandan dólares y son explotados. Si regresan a México les decimos tú te fuiste porque fuiste cobarde, porque no te quedaste a luchar, porque eres traidor, no entendemos al migrante", comenta.

"De estos chicos (los dreamers) no sabemos cuál es su realidad cotidiana, no sabemos  los retos a los que se enfrentan. Además hay dos cosas que no sabemos y es que a diferencia de otros migrantes indocumentados adultos estos chicos no tienen a dónde regresar, no tienen lugar de origen al que pertenecieran antes, ellos siempre han sentido que pertenecen allá (Estados Unidos)", afirma la escritora.

La escritora comenta que "un migrante que tomó la decisión de migrar en una edad adulta, puede ser que no desee volver, pero tiene un lugar a dónde volver. La otra es que estos jóvenes no tomaron la decisión de irse. Cualquier migrante que migró en una edad adulta se encuentra en la situación que se encuentra por una decisión propia. Hubo un momento en el que por la razón que fuera dijo voy a correr este riesgo y me voy, estos chicos no son responsables de la situación en la que viven."

Truax comenta que no hay diferencia entre un dreamer de origen mexicano, guatemalteco o filipino:

"No, yo te diría que estos chicos tal vez tengan esos tipos de orígenes y tal vez en casa eso haga alguna diferencia, porque están totalmente identificados con la cultura de los padres. Sin embargo, ellos como personas, en su entorno cotidiano son estadounidenses, no son migrantes mexicanos, no son migrantes centroamericanos. Son hijos de familias migrantes, pero tienen una identidad estadounidense. Estos chicos, son chicos estadounidenses, solo les falta un papel que lo diga."

HISTORIAS QUE CONMUEVEN

Dentro del trabajo de Truax llaman la atención historias como la del clóset de alimentos en la Universidad de California de Los Ángeles (capítulo 1 del libro); una instalación dispuesta para que universitarios que no tengan recursos para alimentarse puedan hacerlo.

Después de leerlas surge una pregunta: cómo evitar que no afecten al periodista y le hagan perder la objetividad.


"Es difícil hablar de una completa objetividad por parte del periodista. Cuando estás hablando de crónica, o cuando estás haciendo este tipo de periodismo, yo creo que lo que tienes que tener es una posición honesta. Yo creo que cuando estás contando historias de largo aliento, cuando estas contando historias humanas, la objetividad pues es muy relativa. Yo creo que el gran atributo o la gran virtud del periodismo narrativo es que logra plantear o presentar al periodista desde una postura muy honesta. Es decir, yo estoy aquí, este es el lugar donde estoy parado y es desde aquí donde estoy escribiendo, desde aquí esto es lo que yo veo y desde aquí ustedes interpreten", subraya.  

LA REFORMA MIGRATORIA

Para Eileen Truax este es el momento de la reforma migratoria, pero asegura que no se sabe lo que puede pasar en el Congreso estadounidense.

 

MACO

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