Dos, principalmente, son las leyendas que cuentan la fundación de Roma. Una de ellas dice: En los años posteriores a la Guerra de Troye, la bota itálica estaba dominada por los latinos.
Eneas, general derrotado en esta guerra, viajó por el Mar Mediterráneo al frente de un puñado de hombres y guiado por su madre, Afrodita, llegó a las costas de Lacio.
A su llegada, el Rey Latino le dio cobijo permitiéndole reorganizar a su pueblo y le ofreció a su hija Lavinia en Matrimonio.
La joven era la prometida del Rey Turno. Por esta razón Turno le declaró la guerra y el triunfo de Eneas y su matrimonio marcaron la fundación de Roma.
La otra leyenda concierne a un par de hermanos. Rómulo y Remo, hijos de los amores del Dios Marte con una mujer que encontró dormida en la playa.
Cuando nacieron fueron colocados en una canastilla que abandonaron en el río. La loba Luperca los encontró y los amamantó salvándoles la vida.
Años después, informados de esa historia, los hermanos decidieron fundar la ciudad de Roma, en el lugar donde la loba los salvó.
VM,
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